10:30 – (Por Rubén Lasagno) – Luego del dislate proyectado por el FPV para aplastar el reclamo gremial por algo más de dos años que resta del gobierno en la provincia, léase el “Instituto del Salario”, es curioso observar el efecto de la onda expansiva que tuvo la mediatización del mismo y las palabras increíbles del diputado Matías Mazú, cumpliendo inexorablemente del axioma kirchnerista: tirar la piedra y esconder la mano.
Ayer lo dijimos en nuestra nota, cuando apuntamos directamente a la reacción tardía, especialmente de quienes serán candidatos K a octubre, para desligarse de la responsabilidad y desmarcarse con cara de “yo no fui”. Lo lamentamos, pero debemos decirlo claramente: nadie les cree.
Heinrich Hermann Robert Koch, microbiólogo alemán descubridor del bacilo de la tuberculosis explicó magistralmente el fenómeno de la “causalidad” (relación entre causa y efecto) y que de alguna manera ayuda a comprender lo que le pasa al partido gobernante santacruceño quien parece correr tras las consecuencias irremediables de su propia estupidez. Dijo Koch, refiriéndose al fenómeno de la causalidad “A veces, la causa sigue al efecto: por ejemplo, cuando un médico va detrás del féretro de su paciente”.
El Frente para la Victoria hoy camina detrás del féretro y al triste cortejo hay quienes no quieren sumarse, por caso la misma Gobernadora Alicia Kirchner, quien no dijo nada pero todos los que hablan en su nombre aseguran que “de ella ese proyecto no salió”; el Vicegobernador Pablo González quien cargó el fardo “a los legisladores que firmaron el proyecto”, los candidatos kirchneristas, que hablan como despertando de una hibernación programada y todos los sectores del gobierno desviando la vista del nudo del problema, porque octubre está cerca y ninguno de ellos esperaba el ruido producido en el sindicalismo y su electorado, tras semejante pretensión anti-política gestada por el Ejecutivo y tirada alegremente por Mazu y un grupo de “obedecedores” a destajo para ser aprobada “si o si” (como otras tantas) por orden de Alicia Kirchner.
La reacción tardía, demuestra además, una falta total de previsibilidad, análisis y carencia de prognosis, que a cualquier estadista (claro, siempre que lo sea) no se le escapa. Esta no es la primera vez que ocurre en Santa Cruz, donde la política se maneja con acciones inconducentes de este gobierno y otros anteriores de su mismo signo en la historia reciente. Indudablemente no han aprendido nada.
“Uno de los aspectos más patéticos de la experiencia humana es nuestra ignorancia de las verdaderas consecuencias de nuestros actos” escribió alguna vez Alberto Manguel escritor argentino-canadiense y puso en valor la propensión humana de tropezar una y otra vez con la misma piedra, al no darse cuenta, como en este caso el kirchnerismo, con suficiente anticipación de los resultados, tal vez porque viven permanentemente reescribiendo la historia, y no pueden medir el impacto negativo que tendrán sus malas decisiones, casi siempre volviéndose en contra de sus autores o como en este caso, enchastrando a todos aquellos con pretensiones de llegar a octubre con alguna posibilidad de sobrevivir dentro del magro porcentaje de votos a captar, no ya en una interna como las PASO, sino, por elección directa de la gente.
Primero se comportaron con total impunidad, soslayando la opinión de todos que no fueran ellos desde el poder y la gobernadora ordenó la institución de un instrumento coactivo de los gremios, cuya autoría no puede disimular. En todo caso es más exculpable Matías Mazú por dar la cara, ya que cuando se lo puso a explicar el proyecto por Fm News, prácticamente dijo todo lo contrario a lo escrito, lo cual daba la sensación de estar ante un desconocimiento total de lo que había firmado.
Hacerle creer a la gente de Santa Cruz que un proyecto de ley de esas características, puede salir de la lapicera de un grupo trasnochado de diputados sin orden de la gobernadora, como dijo el Vicegobernador, es sumarle más candela a este asunto el cual hora a hora quema más votos oficialistas, por imperio de la chabacanería, la mentira, el autoritarismo y la subestimación de la clase política gobernante hacia el pueblo de la provincia y particularmente hacia los sindicatos, de los cuales depende simbióticamente, para llegar a fin de mandato con buena salud política y hacia quienes, finalmente, va dirigido el Instituto del Salario.
Como contrapartida la oposición provincial no se escuchó en los términos y contundencia que debiera haberse escuchado, ante tamaño despropósito del Ejecutivo. El principal actor de reparto, el diputado Eduardo Costa, es el gran ausente sin aviso en estas horas. Cuando opine, claramente será tarde. La única voz reaccionaria desde la política fue de Gabriela Peralta (PJ) y José Blasiotto (FR), adelantando que no votarían un instituto de ese tipo y más argumentativamente contraatacó la diputada de Encuentro Ciudadano Gabriela Mestelán quien de lleno desestimó la instrumentación del Instituto del Salario por inconstitucional e ilegal, contrario a todas las normas vigentes. Las intenciones son buenas, la realidad dice que son minoría en la Cámara y eso al FPV no lo frena.
Ahora bien, que sea anticonstitucional e ilegal no es óbice para que el kirchnerismo lo implemente. Creer que esos elementos son suficientes para hacerlos desestimar de una idea de ponerlo en práctica, es al menos, de una inocencia irreconciliable con la realidad. El endeudamiento de los 10 mil millones también fue ilegal e inconstitucional; la desobediencia a un fallo de la Corte Suprema de Justicia para reintegrar al Dr Sosa, también fue una ilegalidad; la aplicación de la Ley de Lemas fue ampliamente inconstitucional y podemos seguir enumerando en varios párrafos más, el cúmulo de ilegalidades y acciones inconstitucionales en las que ha incurrido el kirchnerismo y donde el “ser” se impuso al “deber ser“.
Concluyendo: ningún reclamo de ilegalidad o constitucionalidad podrá conmover y/o impedir que el gobierno logre su meta, si está dispuesto a llevarla a cabo. Ha dado muestras sobradas de ello. La única arma con poder de detención de estos avances irrestrictos e inconsultos sobre cualquier opinión y derecho que se le interponga, es el voto.
La amenaza sindical que sobrevuela a sus candidatos K por estas horas, es la única forma de contención temida por el FPV. Esto no significa que haya depuesto la idea, lo dijo Arabel: “no es momento de tratarlo” (es decir, pasadas las elecciones será el momento) y su segunda frase fue “este año no se discutirá” (el año que viene sí). Las señales están dadas, después nadie diga que no les advertimos.
El “voto preventivo”, es la bala de plata que tiene el votante libre para evitar estos desquicios y lo único a lo cual le temen “Judas y Pilatos”, que primero tiran la piedra y al momento de hacerse cargo, se lavan las manos tratando de limpiarse el lodo que arrastraron con sus decisiones. (Agencia OPI Santa Cruz)
Judas tuvo la decencia de ahorcarse por lo menos
Yo siento que mi capacidad de compra bajo a la mitad en los últimos dos años, lo mismo que subieron los ingresos para la provincia. Yo no tengo muchos ingresos pero donde está el 40% del salario de todos los empleados de la administración pública, ESO SI QUE ES UN GRAN PODER DE COMPRA. 12 Salarios por año. Son unos cuantos bolsos de dinero y todavía FALTA TRANSPARENCIA.
Si los sindicalistas tuvieran dos dedos de frente bajarían la línea de votar a cualquier candidato menos a los del fpv. Lamentablemente, hay sindicatos fuertes que son abiertamente oficialistas!! Se verá en octubre, pero después que no pidan gente en las calles !