14:00 Los aliados combatieron y vencieron a los jihadistas del grupo terrorista en una ciudad fronteriza con Irak
Estado Islámico está golpeado. Hoy, el Ejército sirio y sus aliados tomaron Albu Kamal, el último gran bastión del grupo extremista, y pusieron así punto final al proyecto de los jihadistas en la región.
Sin otra opción, los milicianos del grupo se retiraron de su último feudo en Siria , una localidad estratégica, ubicada en la provincia oriental de Deir al-Zor, en la frontera con Irak .
El Ejército dijo en un comunicado que ahora está combatiendo al grupo en lugares de menor tamaño en el desierto del este del país y declaró que la ciudad fue liberada tras intensos combates en los que murieron muchos milicianos, incluidos varios líderes.
“La liberación de la ciudad de Albu Kamal es muy importante porque señala la caída general del proyecto de la organización terrorista Daesh ( Estado Islámico ) en la región”, según un comunicado del comando general.
Junto al grupo libanés Hezbollah y otras milicias chiíes, y respaldado por Irán y Rusia , el Ejército sirio recientemente reconquistó áreas que estaban en poder de Estado Islámico.
“Es el colapso de las ilusiones de sus partidarios de dividir, tomar amplias partes de las fronteras entre Siria e Irak y asegurar rutas de suministro entre los dos países”, indicó por su parte en un mensaje televisado el general Ali Mayhoub, portavoz militar.
Medios prosirios reportaron que se había liberado la ciudad. Un periodista de la televisora Al-Ikhbariya informó desde la carretera a la localidad y aseguró con alegría ante la cámara: “Estado Islámico está acabado. En vivo”.
La caída de Albu Kamal implica que los jihadistas ya no controlan ningún territorio importante en Siria e Irak, y se cree que están dispersos por el desierto al este y oeste del río Éufrates. Las autoridades estadounidenses estimaban que había entre 2500 y 3500 integrantes en la zona.
El grupo sufrió derrotas consecutivas ante dos ofensivas separadas pero simultáneas en Irak y Siria lanzadas por fuerzas sirias con apoyo ruso y milicias aliadas, así como por combatientes sirios e iraquíes respaldados por Estados Unidos .
A pesar de todo, el aparato mediático del grupo extremista sigue activo y es probable que sus combatientes mantengan la insurgencia desde zonas desérticas. (La Nación)
