DE POPULISTAS CHORROS A NEO LIBERALES INÚTILES

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11.15 – (Por Rubén Lasagno) – El populismo que asaltó al país durante 12 años, dejó a la sociedad postrada, dividida, vaciada de valores, de fondos y empobrecida. Al país aislado, fuera del mundo, endeudado, en el ranking de los más corruptos de la historia contemporánea y sigue asombrando a los países normales, al conocerse día a día la pudrición que carcomió las raíces del poder en 12 años de saqueo y descontrol.

Los cráneos empresarios que tomaron la posta en diciembre del 2015 nos tienen actualmente hundidos en el 120% de inflación desde enero del 2016 a la fecha, generaron una deuda de 128 mil millones de dólares, el dólar no para de crecer y no saben cómo contenerlo, la inflación roza el 40% y de seguir así la clase media tenderá a desaparecer irremediablemente en los próximos años.

Mauricio Macri llegó con el verso de “pobreza cero”, “la inflación es el mayor acto de injusticia con la sociedad y nosotros la quitaremos”, “el crecimiento de la Argentina no se puede detener” y frases por el estilo que nos hicieron acordar la de otro fracasado contemporáneo que alguna vez dijo “Argentina está condenada al éxito”, similar a las bolufrases de los próceres de la debacle histórica como “el que apuesta al dólar pierde” o la mentira peronista cuando enterramos la esperanza en el 2001 “El que puso dólares retirará dólares” y estupideces por el estilo.

La presión tributaria a quienes aportan al fisco es descomunal, la mayor del mundo, inviable para cualquier inversor y Macri habla de este tema como si fuera un espectador o un crítico que lo mira de afuera. Es tanta la paranoia, que no se da cuenta que hace 3 años está él en el poder y si seguimos sumergidos en impuestos, cargas, recortes y aportes de todo tipo, no es culpa de nadie, nada más que de él y su selecto grupo que conforman el think tank, a esta altura mucho más parecido a un fruit tank.

Sin ideas ni recursos, el gobierno nacional vuelve a las recetas viejas de saquear los bolsillos flacos. Y si bien en esa carrera loca por hacerse de fondos, rompe algunos kioscos eternos, proclama en el nuevo presupuesto el recorte de las jubilaciones afectándolas con el pago de más Ganancias, quitando el ítems “zona” a los jubilados patagónicos, haciendo pagar más al que tiene un auto y una casa, aunque viva al día, aplica más impuestos a las transferencias, mientras nos mata con una inflación que no puede contener y congela los sueldos con paritarias mentirosas por debajo del 15%.

Pero llamativamente (o no tanto) quedó afuera del nuevo Presupuesto la suba al 1% para los activos en el exterior. Tal vez es casualidad (o no tanto) todo el gabinete nacional, formado por empresarios y ex empresarios, lucen en sus Declaraciones Juradas fortunas super millonarias de hasta 100 millones y más en dólares y en casi todos los casos colocadas en el exterior. ¿Verdad o consecuencia?.

8 Millones de trabajadores, empresarios, comerciantes, es decir, sujetos activos, sostienen el enorme déficit fiscal. El Estado le paga a 21 millones de personas de manera directa entre sueldos, jubilaciones, pensiones y planes sociales. El 30% de pobreza deja en situación vulnerable a casi 13 millones de ciudadanos de los cuales el 6,1% son indigentes. Entre 2012 y 2017 hubo un ingreso a la administración pública (en general) de 527.000 empleados públicos y en el último año Macri incorporó 31.000 empleados más, creó ministerios y Secretarías por doquier, según datos oficiales recabados por Clarín.

El Estado argentino heredó una gran parte de la población en situación de crisis, compensados y comprendidos en los distintos planes sociales y ayudas económicas:

  • Asignaciones familiares (4.200.000)
  • Progresar (800.000)
  • AUH y embarazo (4.400.000)
  • Seguro de desempleo (180.000)
  • Salario Social Complementario (70.000)

Lo único bueno que hizo con esto es sistematizarlo y bancarizar el sistema, para sacarlo de la mano de punteros que se enriquecían y extorsionaban a los beneficiarios. Pero no todo se resolvió, el gobierno dejó que una parte de esos fondos siga en manos de algunos lúmpenes, para asegurarse un espacio en el cual negociar, cuando las papas queman en las calles atiborradas de cortes.

El Estado argentino gasta 20.000 millones de pesos anuales en estos programas y el 25% de los “Argentina Trabaja” es administrado por organizaciones piqueteras.

“Argentina Trabaja”, “Ellas Hacen” o “Desde el Barrio” (siempre de acuerdo a datos oficiales) suman unos 300 mil beneficiarios que cobran alrededor de 5 mil pesos por mes cada uno. Hay en el país, dentro de los movimientos sociales 250 entes ejecutores y crecen a pesar de que el gobierno ha delimitado una serie de restricciones para quitarle el control de los fondos a líderes y organizaciones que actúan políticamente dentro de estos grupos, manipulando sus necesidad y/o creando otras.

El gobierno nacional abrió una brecha con los más “dialoguistas” para asegurar la paz social y así se aprobó la Ley de Emergencia Social propuesta a instancias de Miguel Menéndez (Barrio de Pie), Juan Carlos Alderete (CCC) y Juan Grabois el amigo del Papa que hace unos días fue detenido por resistencia a la autoridad, destrozos y presionar para la liberación de ilegales. El Estado argentino sigue gastando plata de todos los contribuyentes buscando “gobernabilidad” y como esto desde hace años viene constituyendo un barril sin fondo, la plata nunca alcanza, la pobreza no disminuye, los cortes de calles y las manifestaciones antigubernamentales no se detienen, la violencia de los manifestantes no para y además de todos los costos enumerados, los ciudadanos debemos hacernos cargo de reparar los costos de la demencia consolidada de los grupos de delincuentes que tiran 14 toneladas de piedras frente al Congreso, se enfrentan con la policía, acometen contra la casa de gobierno, las plazas y los monumentos del espacio público.

Filas troskistas, desactualizados “anarquistas”, consolidados inconformistas luciendo banderas de la izquierda o de las bandas organizadas del Frente Para la Victoria en sus diversas variantes (La Cámpora, Kolina, etc) todas pertenecientes al “club de helicóptero” a quienes cualquier colectivo les queda bien para inventar cortes, hacer desmanes y producir interferencia pública y política, reniegan contra el Fondo Monetario Internacional y queman su bandera, pero no dicen que un altísimo porcentaje de ese endeudamiento, es para sostener el andamiaje que ellos mismos integran y defienden. No dicen que si esa plata no entra al país a ellos nadie les pagará. Es como morder la mano de quien te da de comer. Típica aplicación del viejo refrán: “¿Quién fue primero, el huevo o la gallina?” para señalar que se hace difícil definir dónde está el origen del problema, cuando el problema parece ser la misma solución que se propone.

Hemos sido gobernados durante 12 años por chorros, delincuentes y rufianes. Una banda antisistema, dedicada desde el mismo momento en que el jefe pingüino llegó a la Casa Rosada, a saquear al Estado nacional, como queda evidenciado en la catarata de pruebas que nos agobian desde hace tiempo. Ahora estamos en manos de inútiles sin rumbo aparente. Ensayistas del viejo modelo “prueba y error” archiconocido en el mundo de los improvisados que llegan al poder para después “ver que hacen” y esta nueva escalada de “cerebros” neo liberales llenó el Estado de CEOs conformando un dream teem que en apariencia nos iba a sacar del borde del precipicio donde nos habían dejado. El problema, como lo vemos, es que nos han hecho dar un paso adelante.

La Argentina se debate entre chorros e inútiles. La opción es descorazonante. Personalmente voté a los que están, para sacar lo que había. Sinceramente hoy no volvería a votar a éstos, mucho menos a los anteriores que deberían sepultarse en las cárceles del país y probablemente no se deba votar a nadie que esté contaminado de unos u otros en el 2019.

Ni kirchneristas ni macrista ¿Qué nos queda?, tal vez resurja algo que nos sorprenda, pero hasta ahora, lo que se ofrece es más de lo mismo. En algunos casos un tanto remozado, pero si se escarba un poco en lo que serán las listas futuras y los acompañamientos, encontraremos caras de fracasados, nombres de delincuentes, imágenes viejas con antiguas mañas, personajes travestidos de empresarios y políticos demócratas que se llenaron la billetera en cada uno de los gobiernos históricos en la Argentina y residuos descartables de esta gavilla indeseable que pobló la década afanada y también muchos devaluados de estos tres años de política errática de “prueba y error” que fomenta el macrismo.

Mientras todo esto se “acomoda” como un gel autonivelante, los ciudadanos de a pie, el hombre medio, el que se levanta todas las mañanas a trabajar, que tiene una Pyme, el empleado, el empresario verdadero y hasta el jubilado, es cada vez más aplastado por la exprimidora gigante de un Estado al que nada le alcanza para cubrir el drenaje de corrupción, malas administraciones, improvisación e incompetencia, que tampoco se saca de encima a los eternos vividores que cartelizan los planes sociales, como Lázaro a la obra pública.

¡Ya dejémonos de joder con la herencia recibida! y pensemos que si no han podido hacer nada con el país, es porque ninguno de estos que estuvieron y están, han mirado hacia la Argentina y siguen actuando corporativamente en defensa propia y de sus intereses más urgentes que no es ni cerca, el interés de los argentinos que se desangran todos los días para mantener un gasto público descomunal, a vagos e inoperantes. (Agencia OPI Santa Cruz)

5 COMENTARIOS

  1. Macri recibió a un país similar a Haití o a Afganistán, en el que hay que cambiar todo, empezar de nuevo, pero, sobre la marcha, sin dejar de gobernar todos los días, la verdad es la realidad, eso de “si lo dijo o no lo dijo”, no tiene consistencia, recién después de tres años, aparecieron “los cuadernos”, que es el principio de algo que no se sabe donde ni cuando termina, yo les diría a los “zurdisK”, que en lugar de victimizarse, mejor se pongan a trabajar, afuera o adentro de la cárcel?

  2. Es muy triste, pero es lo que nos pasa.Es verdad que nos gobiernan unos poco-útiles, pero es también cierto que el cambio debería acompañar desde abajo también. La corrupción y la anomia nos atraviesan desde todos lados,lamentablemente.

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