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La CGT acusó a La Cámpora de usar el “disfraz peronista” y Máximo Kirchner apuntó a los “traidores”

Acto Día de la Lealtad CGT - Foto: NA

Según publica Clarín Los actos del Día de la Lealtad dejaron a la vista las fuertes diferencias en el oficialismo. Alberto Fernández no fue invitado a ninguno.

Por: Guido Braslavsky

En un 17 de octubre que encontró al peronismo en el poder, pero fuertemente dividido en distintas facciones, y con una crisis económica y social que le augura un duro trance en las elecciones de 2023, los tres actos para conmemorar el Día de la Lealtad mostraron fuertes cruces entre la CGT y La Cámpora, y otros duros reclamos de las organizaciones sociales. Es tal el deshilachamiento del Frente de Todos que articuló Cristina Kirchner en 2019 que nadie en el oficialismo se escandalizó demasiado ante el hecho de que el presidente Alberto Fernández no haya sido invitado a ningún acto, y se limitara a inaugurar obras en Cañuelas.

Al mediodía, en Obras Sanitarias, los popes cegetistas lanzaron el Movimiento Nacional Sindical Peronista, reclamaron ser parte de las decisiones y tener cargos electivos en la etapa que viene. En palabras del estatal Andrés Rodríguez (UPCN): “no nos pueden dejar al margen”, y manifestó que no quieren “el dedo de nadie” (¿de Cristina Kirchner?), en el armado de las listas. 

Pero el más filoso fue el secretario general de la Juventud Sindical Peronista, Sebastian Maturano -hijo del jefe de la Fraternidad, Omar Maturano-. Cargó contra los que “usan el disfraz del peronismo y ganan elecciones”, y fustigó directo a la agrupación de funcionarios que dirige Máximo Kirchner: “Hoy en el PJ hay 113 miembros. 14 son del movimiento obrero y 15 de La Cámpora. No tengo nada contra ellos, pero ¿son más importantes que nosotros?”

En Plaza de Mayo, en el palco que compartió con el camionero Pablo Moyano y gremios duros, la réplica sería por la tarde de Máximo Kirchner. “Con la situación en que está nuestro pueblo juntarse para pedir una banca y después cuando tienen que votar fondos buitres en contra no aparecen, este es el problema”, arremetió.

También aseguró que los trabajadores “que dan su vida, que aceptaron durante la pandemia ganar menos, son los que hoy están esperando de una buena vez por todas que dejen de traicionarlos”.

En esa convocatoria sorprendió que Moyano al final no hablara. En su lugar lo hizo el secretario adjunto de la CGT y adjunto también de los mecánicos de SMATA, Mario “Paco” Manrique, quien reivindicó la presencia gremial y cegetista en ese acto y criticó a los caciques gremiales que lanzaron una “agrupación política”. Dato: en Plaza de Mayo sí había sindicalistas con cargos en el Congreso, los diputados de extracción gremial puestos en las listas por Cristina Kirchner: el maestro Hugo Yasky, el curtidor Walter Correa (ahora ministro de Trabajo bonaerense), la judicial Vanesa Siley y el bancario Sergio Palazzo.

En medio de esta puja, el tercer acto, de las organizaciones sociales más cercanas al Gobierno con el Movimiento Evita a la cabeza, también mostró el malestar de estos sectores con los reclamos que consideran no satisfechos por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa, de una agenda social hacia los sectores más vulnerables, y de ahí un “acto propio” para que se vea “que más de la mitad de los trabajadores no tienen convenios colectivos ni los mismos derechos”, señaló Emilio Pérsico, del Evita.

En el estadio de Deportivo Laferrere, en La Matanza, hicieron una demostración de fuerzas junto a Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y otras agrupaciones piqueteras. Pérsico volvió a ratificar que su sector -y tienen varios diputados- se plantará para que haya PASO “arriba y abajo”, tanto para presidente como en los distritos. Están en preparación además de la herramienta electoral, el Partido de los Comunes. 

Más esquirlas desparramadas en la interna entre los movimientos y el PJ tradicional: el acto tuvo la particularidad de que se lanzó de manera formal la candidatura a intendenta de La Matanza de Patricia Cubría. La dirigente es diputada bonaerense y esposa de Pérsico, y desafía nada menos que a Fernando Espinoza, quien gobierna una vez más el municipio tras dejarlo por un período en manos de la hoy vicegobernadora Verónica Magario. El Evita viene hablando de “limpiar” La Matanza. Espinoza es uno de los puntales del PJ aliado a los K en el principal distrito del país, bastión de la tercera sección electoral. (Clarín)

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