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El Papa viaja a Bahrein para profundizar el diálogo con el Islam y lanzar al mundo un nuevo mensaje de paz

El Papa Francisco - Foto: NA

Según publica La Nación Se trata de la segunda visita del Pontífice a un país del Golfo Pérsico, donde será recibido calurosamente tanto por musulmantes como por cristianos, algo considerado “inimaginable” hace unos años.

Por: Elisabetta Piqué

Con el objetivo de profundizar el diálogo con el Islam y lanzar un nuevo mensaje de paz en un mundo aquejado por diversos conflictos y en alerta por la amenaza nuclear, el papa Francisco emprende este jueves un viaje de tres días a Bahrein, pequeño y rico reino formado por 33 islas entre Arabia Saudita, Qatar e Irán, que por primera vez recibirá a un Pontífice.

Será el segundo viaje al Golfo Pérsico del Papa después de su histórica visita a Abu Dhabi, Emiratos Arabes Unidos (EAU), de febrero de 2019, cuando firmó el documento sobre la “Fraternidad humana” junto al jeque Ahmad al-Tayyeb, Gran Imán de Al-Azhar, uno de los centros culturales más importantes del Islam, considerado “el Vaticano” de los sunnitas, mayoritarios en el mundo musulmán (85%).

Pese a su problema en la rodilla que lo obliga a desplazarse en silla de ruedas, Francisco, de 85 años, aceptó la invitación del rey Hamad bin Isa Al Khalifa para participar en el “Foro de Bahrein para el Diálogo: Oriente y Occidente por la Convivencia Humana”. Tras clausurar este evento el viernes, el exarzobispo de Buenos Aires volverá a reunirse en privado con el Gran Imán de Al Azhar, con quien se hizo muy amigo en los últimos años y con quien también estuvo en su reciente viaje a Kazajistán, a mediados de septiembre. Se reunirá, además, con los miembros del Consejo Musulmán de Ancianos.

Aunque la monarquía de Bahrein es sunnita, la mayoría del pequeño país de un millón y medio de habitantes es chiita, rama del Islam al que el Papa quiere también tender una mano y alentar al diálogo, tolerancia y colaboración con la otra confesión. Algo que ya hizo cuando, en su viaje a Irak de marzo de 2020, se reunió en Najaf, tercer lugar de peregrinación después de la Meca y Medina, con el ayatollah Sayyid Ali al-Husayni al-Sistani, una suerte de “papa” de los chiitas.

Otra meta del 39 viaje internacional de Francisco es alentar a los 80.000 católicos de Bahrein, la gran mayoría, como en el resto de la península arábiga, trabajadores extranjeros, sobre todo africanos y asiáticos. Celebrará el sábado una misa en el estadio de Awali y el día antes pisará la Catedral de Nuestra Señora de Arabia, el mayor templo católico de la península arábiga, que se construyó en los últimos años en un terreno donado por el rey. Éste le mostró al Papa los planos del proyecto de la catedral en una visita que hizo al Vaticano en 2014. En este lugar inaugurado el año pasado por el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, de cúpula octagonal, Francisco presidirá un encuentro ecuménico y una oración por la paz.

El tatarabuelo del actual rey también es recordado por haber donado otro terreno para que en 1939 se construyera en Manama, la capital del reino, la primera iglesia católica de la península arábiga, cuna de la religión musulmana. Pese a estas demostraciones de apertura y tolerancia, diversas ONG acusan a Bahrein de represión política y violaciones a los derechos humanos, temas que se espera que el Papa toque en sus siete discursos, al igual que el la cuestión de la libertad religiosa, el trato de los migrantes, que representan la mitad de la población y la guerra olvidada en el vecino Yemen.

“El viaje a Bahrein será también la ocasión para lanzar una señal a los países del área que viven una situación de conflicto o que, como Yemen, están siendo lacerados por una guerra civil”, explicó monseñor Paul Hinder, obispo capuchino suizo que es administrador apostólico del Vicariato de Arabia del Norte, del cual forma parte el pequeño reino, rico en petróleo.

En una entrevista a la revista Oasis, Hinder, que vive desde hace casi dos décadas en esa zona del planeta, destacó que hubiera sido “inimaginable” hace unos años que un Pontífice visitara dos veces este lugar del mundo. “Hace veinte años no habría imaginado que dos veces y tan seguido, en 2019 y en 2022, el Papa habría sido calurosamente recibido en la península arábiga tanto por los cristianos como por los musulmanes”, subrayó.

“Con esta nueva visita del Papa a la península arábiga, Bahrein y la región en general se presentan en la escena global como socios de un diálogo que apunta a superar la tragedia de las guerras y de las injusticias”, agregó, al considerar que “estas voces son esenciales para contrastar las varias amenazas a la paz mundial.

Coincidió el joven juez egipcio Mohamed Abdel Salam, exconsejero del Gran Imán de Al Azhar y secretario general del Consejo Musulmán de Ancianos, que también consideró impensable años atrás este viaje del papa Francisco. En diálogo con LA NACION, al margen de destacar que en este país se reunirá por novena vez con el jeque Ahmad al-Tayyeb, Abdel Salam subrayó que dos factores marcan la importancia de esta visita: “el lugar y el momento”.

El viaje se da “en un momento de serios disturbios en el mundo, marcado por muchos conflictos y preocupación global por el futuro del planeta y la gente necesita ver a líderes religiosos que se juntan para hablar de temas que preocupan a todos y, sobre todo, para poner énfasis en la necesidad de mantener y construir la paz”, explicó el magistrado. Y en un lugar, Bahrein “que siempre ha sido un punto de encuentro de diferentes pueblos y que intenta promover los valores de co-existencia y tolerancia en la región del Golfo y en todo Medio Oriente”. (La Nación)

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