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El populismo no funciona bien en Argentina: 14 Gobernadores quedaron desairados con el cambio de conducta de Alberto Fernández y enfrentan demoledoras críticas

(Por: Rubén Lasagno) – Ser populista “no es para cualquiera”, podríamos decir, parafraseando el dicho popular. El régimen populista (y los populistas), además de corrupto  y mentiroso, es básicamente un sistema que se sostiene del relato, las prohibiciones, las dádivas, el clientelismo, la utilización de los medios y personas y fundamentalmente, la plata. 

Sin dinero no hay populismo posible; pero sobre todo, el populista nato tiene una fortaleza fundamental que lo rodea: el arrojo y la decisión de ir adelante cueste lo que cueste, a pesar de todo y especialmente, de las instituciones, a las cuales desprecia y destruye para unificar su poder omnímodo, como intentó en algún momento el kirchnerismo y no pudo y pretendió reeditar Cristina Fernández en 2019 usando de mascarón de proa a un hombre dual, flácido, ignorante y timorato, como Alberto Fernández; mala elección si lo ponemos en contexto.

El presidente Alberto Fernández en un acto en Santiago del Estero - Foto: NA
El presidente Alberto Fernández en un acto en Santiago del Estero – Foto: NA

Un viejo tío que murió hace muchos años me decía “Es preferible un hijo de puta a un pelotudo”. Y ese principio está basado en el conocimiento previo de la persona, lo que minimiza el margen de error a la hora de que debamos confiar en el otro. 

Del hijo de puta sabemos qué esperar, no habrá sorpresas y estaremos atentos y prevenidos; del pelotudo no. Ese, generalmente, es el que engaña porque se embarra y no sabe como salir del charco y es justamente por eso que nos arrastra con él, y pagamos por el exceso de confianza que pusimos en un boludo al que desconocíamos como tal”, era más o menos (palabras más, palabras menos) la explicación de mi tío, un próspero empresario.

Alberto Fernández ha demostrado que encuadra perfectamente en la descripción que hacía mi tío  y si repasamos puntualmente sus dichos, acciones y decisiones desde que asumió, llegaremos a un resultado claro y preciso: Cristina Fernández no sabe elegir, no sabe tomar decisiones (gracias a Dios) y una vez más, le salió “el tiro por la culata”, tras la intención de burlarse, una vez más, de la sociedad, enarbolando un boludo como propuesta electoral, aunque a juzgar por los antecedentes de Parrilli y otros más que la circundan, tiene debilidad por esta casta de obedientes sin red y buenos para nada.

La última patinada

Cuando Alberto Fernández, por orden de CFK hizo la convocatoria a los 14 gobernadores, incluyendo Alicia Kirchner, la idea mentora era romper con la Corte Suprema y llevar al presidente al mayor grado de exposición antidemocrática posible, para que, de alguna manera, pague las consecuencias por tanta inutilidad demostrada en tres años, donde no pudo o no quiso resguardar los intereses de la condenada.

Y Alberto entró como un caballo de carrera al box de largada. Sentado en una mesa larga, rodeado de gobernadores peronistas y bajo la voz cantante de Jorge Caspitanich (otro boludo de Cristina), Fernández se sintió “apoyado” y envalentonado. Ahí nomas le escribieron lo que debía decir al pueblo y sin meditarlo, Alberto decidió hacer público su intento de quebrar el orden constitucional, adelantado la desobediencia al fallo del máximo Tribunal de Justicia.

Cuando se dio cuenta (por las razones que explicaba mi tío) lo que le acarrearía a él y al país una decisión de este tipo, sus funcionarios, ante el temor de ser denunciados y embargados, lo miraron con las cejas arqueadas. Y el presidente  “se acobardó” (ante los ojos impávidos de la condenada), dio marcha atrás e inventó esa estupidez del pago en bonos que no valen nada y vencen en el 2035.

No pudo evitar que las denuncias contra él y sus funcionarios se hicieran por incumplimiento a una orden de la Corte y la CSJ entró en la feria judicial, por lo tanto nada se resolverá hasta el mes de febrero; un pequeño paño frío.

Los 14 del patíbulo político

Mientras esto ocurre, 14 gobernadores quedaron expuestos ante la opinión pública, señalados públicamente como golpistas, anticonstitucionales y proclives a quebrar el orden constitucional del país, solo por sostener una política errática, populista y ordenada por la vicepresidente condenada a prisión por cometer actos de corrupción en el Estado, durante su presidencia.

Fueron de la partida: Axel Kicillof (Buenos Aires); Gildo Insfrán (Formosa); Osvaldo Jaldo (Tucumán); Gustavo Bordet (Entre Ríos): Sergio Uñac (San Juan); Ricardo Quintela (La Rioja); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Mariano Arcioni (Chubut); Sergio Ziliotto (La Pampa) y Raúl Jalil (Catamarca). Por videoconferencia se conectaron Jorge Capitanich (Chaco); Oscar Herrera Ahuad (Misiones); Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Alicia Kirchner (Santa Cruz).

Los 14 gobernadores quedaron como se dice coloquialmente “pedaleando en el aire” y muchos de ellos, diríamos la mayoría, pretenden candidatearse para el 2023, con todo lo que implica cargar sobre sus espaldas haber apoyado una demencial medida de desobediencia judicial del máximo órgano de Justicia de la Nación. 

Nos preguntamos ¿Con qué cara defenderán en sus discursos la institucionalidad y la ley si han sido ellos los principales actores que impulsaron la desobediencia institucional al presidente y pusieron al país al borde de la anarquía, cosa que aún no terminó porque el Ejecutivo sigue sin cumplir con la manda de la Corte Suprema?.

Todos los parches que salen a poner con declaraciones y formulaciones simplistas y equivocadas, como el tema “que se afecta la federalización” y la quita de fondos a la Nación que disminuye el envío de fondos a las provincias, es una mentira absoluta y sin fundamento. 

Nada dicen de la ilegalidad en la que incurrió el propio Presidente a instancias de su vice, cuando elaboró una ley para generarle una quita de coparticipación a CABA y derivar esos fondos a la provincia de Buenos Aires. Lo que antes era ilegal no fue cuestionado, lo que ahora es legal es repudiado por los mandatarios provincialesquienes, insisto, quedaron huérfanos con la marcha atrás del presidente de la nación.

A los 14 gobernadores, les recordaremos eternamente cuando levantaron la mano para confabularse contra la institucionalidad del país, en cumplimiento de una orden emanada de una persona condenada por defraudación al Estado en cumplimiento de la máxima responsabilidad política de la Argentina y a través de un presidente títere que como en los dichos de mi tío, no aparecía como un boludo, hasta que (tristemente) los argentinos pudimos corroborarlo en carne propia. (Agencia OPI Santa Cruz)

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3 COMENTARIOS

  1. Disculpame Lasagno, mejor que un boludo que un HDP, mirà lo que le pasó a Duhalde con el Tuerto!. Kuka mantuvo (y mantiene) el comando de todo además sabés sino lo mandó ella con Panqueque con el tema bonos? A los diario y a los periodistas (de cualquier bando) hay que sacarles un 99% de lo que dicen y piensan, aun así al 1% restante hay que analizarlo mucho!! ‍♂️

  2. Somos elazmerreir del mundo , ayer escuché 1 min, mas no soporté , a Cristina , mi conclución es que estamos para el psiciatra todos los argentinos , al menos, el 48 % de los que los votan , se comieron el verso de que volvian para ser distintos , ajo , a joderse , lastima que en el conjunto estamos todos nosotros , hoy ,una cola de cuadras en Bs As en la ANSES para incrementar la ayuda alimentaria , convirtieron a un pais rico en un pais de mendigos. Espero que la gente recapacite y piense el voto y esta sarta de delincuentes, terminen en cana.

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