Según publica La Nación Un empresario reconoció en Salta que le pagó sobornos a Rafael Resnick Brenner, exjefe de asesores del organismo y mano derecha del exfuncionario kirchnerista.
Por: Hugo Alconada Mon
Mientras Ricardo Echegaray se prepara para sentarse en el banquillo de los acusados por el “caso Ciccone”, uno de sus máximos colaboradores durante su gestión al frente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) quedó contra las cuerdas judiciales, por segunda vez. Un empresario confesó cómo le pagó coimas para arreglar su situación tributaria, arriba de un auto.
La confesión del empresario coimero ocurrió frente a los tres miembros del Tribunal Oral Federal N° 2 de Salta que desarrollan el juicio oral contra el otrora lugarteniente de Echegaray, Rafael Resnick Brenner, y otros involucrados en la trama criminal. Pero eso no fue todo, porque el máximo responsable de la AFIP en esa provincia, Guillermo Oro, confirmó la versión del sobornador, con más detalles.
Freddy Rosario Tejerina detalló que es dueño de un holding de empresas encabezadas por la firma Wicap SA que quedaron bajo la lupa de la AFIP por múltiples inconsistencias que llevaron al bloqueo de la clave CUIT de esa firma. Por ese motivo, explicó, se presentó a mediados de 2015 en la Regional Salta del organismo donde lo recibió una funcionaria y, luego, Resnick Brenner, por entonces titular de la AFIP en esa provincia.
Para la defensa de Resnick Brenner, sin embargo, su declaración debería anularse. Entre otros motivos, porque ya brindó distintas versiones sobre lo ocurrido, jamás lo imputaron por sus acciones y ahora, frente al tribunal, se incriminó a sí mismo.
Resnick Brenner había recalado a Salta tras ser uno de los principales funcionarios de la AFIP –jefe del Gabinete de Asesores-, sitial del que Echegaray debió desplazarlo ante los avances de la investigación judicial del “caso Ciccone”, en la que Resnick Brenner terminó condenado a tres años de prisión en suspenso e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El propio Echegaray también quedó bajo sospecha en la investigación que llevó a la condena a 5 años y 10 meses de prisión del exvicepresidente Amado Boudou, también por coimero. En el caso del extitular de la AFIP, la Cámara Federal confirmó su procesamiento a mediados de 2021 por un presunto abuso de autoridad ya que habría facilitado el desembarco en la ex Ciccone de los acólitos de Boudou, José María Núñez Carmona y Alejandro Vandenbroele.
En Salta, en tanto, Tejerina declaró ante el tribunal oral que Resnick Brenner llegó a mostrarle un informe interno de la AFIP en la que se detallaban las inconsistencias de su grupo de empresas. “Con lo que dice aquí estas en el horno”, le habría dicho el funcionario de la AFIP, intimidatorio. Luego cruzó la línea. Le sugirió que podían solucionar su situación y evitarle sanciones tributarias si pagaba “honorarios” por $1,5 millón –unos 162.000 dólares al tipo de cambio entonces vigente-.
Frente a los tres miembros del tribunal –Domingo Batule, Marta Liliana Snopek y Federico Santiago Díaz-, Tejerina confesó que accedió al pedido de soborno y que abonó dos de las tres cuotas de $500.000, una de las cuales se la entregó al ex jefe del área Jurídica de la AFIP en Salta, Nicolás Fili, arriba de su auto.
Tras esos dos pagos, según Tejerina, “dejó de recibir requerimientos de la AFIP y levantaron el bloqueo de CUIT que tenía en una de sus empresas, situación que duró hasta fin de año”. Pero aclaró que jamás llegó a abonar el tercer tramo de la coima porque el kirchnerismo perdió las elecciones presidenciales de 2015 y Resnick Brenner dejó su cargo, al igual que Echegaray, por lo que Fili le dijo en febrero de 2016 que ya podrían solucionar sus problemas tributarios.
Otros presuntos ilícitos
Según explicó a los integrantes del tribunal, Tejerina terminó por contarle lo ocurrido al nuevo jefe máximo de la AFIP en la Regional Salta, Guillermo Oro, a quien le mostró los mensajes de texto que había intercambiado con Resnick Brenner, como también una copia del informe interno de la AFIP sobre sus empresas que tenía en su poder.
Desde la defensa de Resnick Brenner objetaron el testimonio de Tejerina. Plantearon que ofreció una versión de lo ocurrido en la sede de la AFIP, otra durante la instrucción de la investigación judicial y otra ante el tribunal oral, pero en ningún momento fue denunciado, ni acusado, sino que continuó como testigo. “Hay un montón de irregularidades en este juicio y no hay ninguna prueba incriminatoria salvo los dichos de Tejerina, que es un mentiroso”, indicaron.
Citado como testigo, en tanto, Oro avanzó sobre los dichos de Tejerina. Aportó más detalles sobre su interacción con el empresario y sobre otras denuncias que afronta Resnick Brenner, tanto en Buenos Aires como por un procedimiento a una finca en la ciudad de Orán. En todos los casos, precisó, repetiría la misma modalidad de apriete inicial y negociación ilícita posterior.
Resnick Brenner habría repetido la misma dinámica que denunció Tejerina con el empresario Pablo Haddad y su contador, Guijarro Jiménez, quienes también habrían recurrido a Fili como intermediario para pagar una coima por $ 1,2 millón en septiembre de 2015 a cambio de “arreglar” los problemas fiscales de la Minera Santa Rita. Por eso, tanto Haddad como su contador también se sientan ahora en el banquillo de los acusados.
Las audiencias, sin embargo, registraron múltiples contrapuntos. Entre otros, por los planteos de las defensas; entre ellas, la de Resnick Brenner, a quien asesoran el ex camarista Mario Filozof y Jorge Chueco, quien estuvo prófugo de la Justicia, detenido en Paraguay y condenado a 8 años de prisión junto a Lázaro Báez por la llamada “ruta del dinero K”, hasta ser excarcelado en junio de 2020.
Echegaray, en tanto, no figura entre los acusados en Salta. Pero sí deberá presentarse en Buenos Aires, ante el Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 1, el 8 del mes próximo, junto al exministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el ex titular del Órgano de Contralor de las Concesiones Viales (Occovi), Claudio Uberti. Los tres, por su presunta participación delictiva en el “caso Antonini”. (La Nación)
