Según publica La Nación En pleno año electoral, hubo una retracción tanto de los envíos discrecionales como de la coparticipación; el FMI había pedido un recorte de esas transferencias.
Por: Gabriela Origlia
La semana pasada varios gobernadores peronistas abrieron el año legislativo. Ya empezaron a negociar paritarias y a atender las demandas típicas de un año electoral que presionan sobre el gasto. Pero 2023 deberán enfrentarlo con menos dinero de Nación: los envíos por fuera de la coparticipación sufrieron un recorte significativo.
Por eso, los gobernadores tienen la mirada puesta en la actividad económica: si se sigue enfriando, también se verán golpeadas la recaudación propia y la coparticipación.
Después del movimiento que se generó por la reunión de la mesa política que impulsó el kirchnerismo y que el Presidente finalmente convocó, los mandatarios peronistas se quedaron esperando un nuevo encuentro que no llegó. Solo plantearon, a través del catamarqueño Ricardo Jalil, que convendría que las elecciones generales sean en noviembre y las PASO, en octubre. No recibieron respuesta.
En año electoral y con los gobernadores concentrados en sus distritos para intentar sostener el poder, la Nación viene cumpliendo el punto del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) relacionado a los recursos destinados a las provincias. El capítulo “Otros gastos corrientes” plantea que se tomarían “acciones para limitar las transferencias discrecionales a provincias y empresas estatales”.
Según un trabajo de la consultora Analytica, que dirige Ricardo Delgado, en la última semana de febrero el gasto primario real cayó 35,1% respecto al mismo período de enero, y 11,3% en la comparación interanual. De los principales componentes, el que más se redujo fue el de transferencias a las provincias por fuera de la coparticipación: 77,2%.
Si bien el análisis es de gasto devengado -el que se ordena pagar, no el que se ejecuta- marca una tendencia: “Hay un serrucho sobre los giros a las provincias. En un ajuste fiscal de los del FMI es lo típico, junto con el ajuste a la obra pública, que también se registra”, dice Delgado.
Ya en el 2022, según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), en los gastos corrientes los giros a las provincias cayeron 10% real mientras que el gasto de capital asignado a provincias y municipios bajó 20,7% en términos reales, siempre en la comparación interanual.
Del trabajo de Anaytica se desprende que entre el primer bimestre de este año y el mismo del 2022, los giros totales a las provincias se redujeron $38.400 millones, siempre en términos reales. El podio de las perdedoras está integrado por la Ciudad de Buenos Aires (CABA), con $13.400 millones; Buenos Aires, con $12.300 millones y Córdoba, con $4.100 millones. En la otra punta quedaron Chaco, Santiago del Estero, Mendoza y Tucumán.
El efecto Massa
El ajuste a las partidas que reciben los gobernadores se hace notable desde la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía. Entre enero y julio del año pasado, cuando pasaron Martín Guzmán y Silvina Batakis por esa cartera, esas partidas crecieron (a pesos de enero del 2023), $58.300 millones en la comparación interanual, con Buenos Aires a la cabeza.
Desde agosto a diciembre -meses de Massa-, el recorte fue de $132.000 millones (a pesos de enero último) respecto a iguales meses del 2021 y fue el distrito gobernado por Axel Kicillof el que más perdió. Claro que en el global del año, Buenos Aires sale de la zona roja, en la que quedan Córdoba, Neuquén y La Pampa como las más golpeadas. Los recortes se dan a la vez que Massa se muestra muy dinámico con los gobernadores, con firma de acuerdos y convenios que suelen incluir partidas presupuestarias.
Tampoco en materia de coparticipación el 2023 comenzó bien para las provincias. En el primer bimestre hubo una contracción real del 1,1% contra igual período del 2022, situación dada a partir de una débil performance de los envíos en enero y a la caída registrada en febrero. La consultora Politikon Chaco apunta que el mes pasado las 24 jurisdicciones presentaron descensos reales aunque difieren en función de sus índice de precios; las caídas más leves fueron en CABA, San Juan, San Luis, Córdoba, Mendoza y Santa Fe (por debajo del 2%). El mayor descenso fue en Buenos Aires con 4,7%.
El acumulado del primer bimestre presenta un resultado negativo para 23 de los 24 distritos; el único caso que no observa una retracción es Córdoba, pero tampoco muestra suba (quedó en 0% real). (La Nación)
