(Editorial) – El día del Trabajador fue instaurado como una fecha recordatoria, ícono de una actividad humana que engrandece, no solo a la especie, sino completa el destino aspiracional del hombre como tal, el de su realización en la vida.
El trabajo dignifica, sella un axioma bastante ausente en la concepción moderna del trabajo, especialmente en países donde el dogma populista-comunista-nacionalsocialista, anestesia a las masas, impulsado e instaurado por gente que, precisamente, no tiene complexión al trabajo, sino, por el contrario, su estigma es propender a multiplicar la pobreza, el clientelismo y la dependencia de un Estado que promueve un falso bienestar solo generado en “la casta” política que lo impulsa y aplica a rajatabla, en beneficio propio.
El Día del Trabajador, por lo tanto, es una fecha más reflexiva que de “festejo”. Nadie puede “festejar” el trabajo donde no lo hay. Donde el nivel de desempleo es histórico y la pobreza llega al 50% y avanzando, sin contar que desde hace 20 años se han destruido las fuentes laborales y en los últimos tres se han expulsado del país los principales capitales generadores y demandantes de mano de obra.
Un país en la cual el trabajo ha sido sustituido por los planes sociales produciendo al menos dos generaciones de chicos sin gusto por el esfuerzo propio, es casi paradójico que se “festeje” el día del Trabajador. Antes se manifestaba en las calles por trabajo, hoy por aumento de los montos en los planes sociales.
El trabajador argentino es un rehén del Estado que necesita un aportante para sus causas injustas, sostener su sobredimensionamiento y engordar los bolsillos voraces de la clase política gobernante y aquellos otros que esperan su turno para hacer la diferencia a costa del trabajador activo y en blanco, quienes cada vez son menos y peor pagos.
En cualquier país construido desde sus cimientos con el esfuerzo de su pueblo, el trabajador es un emblema. En la Argentina, donde en el Congreso Nacional hay diputados que como Máximo Kirchner deben dejar en blanco el formulario que solicita: “Ocupación y/o profesión y trabajos anteriores” porque no han tenido la iniciativa de buscar trabajo ni de estudiar, aunque sea para satisfacción propia y cuando vemos que esa misma persona ensaya consejos y declama derechos un 1º de Mayo, habla claramente de lo subvertido que está todo y explica por qué cada día del Trabajador en Argentina no se lo puede festejar, debe servir para reflexionar sobre su valor olvidado y la conciencia de que solo es declamatorio, parte indivisible del discurso demagógico de quienes quieren hacernos creer que, en realidad, el trabajador y el trabajo, en nuestro país, es una verdadera preocupación de quienes nos gobiernan de la peor manera. (Agencia OPI Santa Cruz)
Falta que Máximo de un mensaje para el 1º de mayo y estamos todos, cerrá la ocho
Dinamitaron el trabajo. Vagos y militantes. Lo único que hicieron y hacen es robar para la corona y para ellos. sindiclistas y politicos llenos de guita ¿De donde creen que la sacan???? maga de hdp
Totalmente de acuerdo. Nada para festejar si para llorar
Son el origen de nuestra miseria una maga de ladrones que no gestionansolo saben robar y coimear destruyeron a la niñez le robaron el futuro a los adultos mayores le robaron sus aportes y supueron enseñarles la no cultura del trabajo a tres generaciones .Todos a la carcel y devolucion de.todo lo robado a este manso pueblo.
El peronismo no creo el 1ro de Mayo del del trabajador pero si es creador del “Dia del vago” y también del “Dia del trabajador pobre, donde lo que gana no le alcanza para vivir”.
La goberndora hablando de los derechos de los trabajadores es como el Adolfo hablando de los derechos humanos
Ayer el zurdaje argento festejando el primero de mayo…increible , a ir a una marcha le llaman trabajo, manga de soretes.