El consumo de carne vacuna en Argentina continúa en niveles históricamente bajos, a pesar de una leve recuperación respecto al año pasado. Así lo señaló el productor y consultor ganadero Víctor Tonelli, quien detalló que el primer semestre de 2025 cerró con un promedio de 49 kilos por habitante al año, una mejora respecto a los 44 kilos registrados en 2024, pero aún muy lejos de los 82 kilos que se consumían hace seis décadas.
En diálogo con el programa Mercuriali 630, que conduce Franco Mercuriali por Radio Rivadavia, Tonelli atribuyó esta caída a un cambio cultural en los hábitos alimentarios y al impacto del precio de la carne vacuna en el presupuesto familiar. “Hoy se consume más carne en total, pero menos carne vacuna. Entre pollo y cerdo, pasamos de 12 a 65 kilos por habitante por año”, explicó, al señalar que estos cortes se han consolidado como alternativas más accesibles y eficientes en términos de producción.
El especialista también se refirió a los rumores sobre la presencia de carne vacuna brasileña en carnicerías argentinas, desmintiendo categóricamente esa información. “Eso es mentira. No entra un solo kilo de carne con hueso desde Brasil”, afirmó. Sin embargo, aclaró que Argentina sí importa algunos cortes de cerdo, como la bondiola brasileña, debido a su menor costo en relación con la producción local.
En relación con las exportaciones, Tonelli señaló que si bien la Argentina está vendiendo menos carne al exterior que en años anteriores, se observa una recuperación progresiva del sector. “El problema fue que hasta hace un año y medio estaban casi prohibidas las exportaciones. Ahí sí Paraguay y Brasil aprovecharon para ganar mercado”, sostuvo. No obstante, destacó que el país aún mantiene una participación relevante en el comercio internacional de carne.
Respecto a las versiones sobre un aumento significativo en las importaciones de carne vacuna, Tonelli restó importancia a esa percepción. Indicó que, si bien técnicamente se cuadruplicaron, representan apenas el 0,05% del consumo interno y no generan un impacto real en el mercado. (Agencia OPI Santa Cruz)