En el inicio del evento, Zelenskiy dejó claro que era “absurdo” que Ucrania no obtuviera un cronograma para unirse a la OTAN. Sin embargo, los miembros de la alianza explicaron que Ucrania no puede unirse mientras esté en guerra con Rusia, ya que eso implicaría que la propia OTAN esté en guerra.
A pesar de las limitaciones, Zelenskiy suavizó su tono después de reunirse con el presidente Joe Biden y otros líderes de la OTAN. Describió el resultado como “bueno”, destacando la formación de una base de seguridad para Ucrania en su camino hacia la OTAN y un refuerzo en materia de armas.
Si bien la cumbre no otorgó la invitación que Zelenskiy esperaba, se lograron avances significativos. Se descartó la necesidad de que Ucrania completara un Plan de Acción de Membresía preparatorio y se estableció un Consejo OTAN-Ucrania para gestionar la relación. Además, se reafirmó que el futuro de Ucrania se encuentra en la OTAN.
El Grupo de los Siete también presentó un marco internacional para fortalecer la seguridad de largo plazo de Ucrania contra Rusia, y se anunciaron varios paquetes militares durante las reuniones bilaterales entre Zelenskiy y los líderes de la OTAN.
El presidente Biden destacó la unidad de la OTAN y su rechazo a las acciones agresivas de Rusia, afirmando que Putin se equivocó al pensar que la alianza se rompería y que los líderes democráticos serían débiles.
Aunque Zelenskiy no obtuvo todo lo que buscaba, expertos como Neil Melvin destacan que Ucrania ha salido de la cumbre en una posición más fuerte y con un mayor respaldo en su camino hacia la integración en el campo euroatlántico. (Agencia OPI Santa Cruz)
Con información NA
