Los primeros datos sobre la inflación durante el mes de marzo comienzan a surgir a través de relevamientos realizados por consultoras privadas. Estos datos indican una leve desaceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en comparación con el mes anterior, situándose entre el 13% y el 10,5%.
A pesar de que marzo es un mes históricamente volátil debido a su fuerte impacto estacional, la falta de un rebote significativo en los índices de inflación parece ser una buena noticia para el Gobierno. Sin embargo, las consultoras advierten que el desafío de reducir la inflación se vuelve más difícil a medida que el índice se acerca a un solo dígito mensual.
Según la consultora Eco Go, la inflación de marzo se sitúa en un 13,1% mensual, ligeramente por debajo del resultado de febrero. Se destaca un aumento del 11,2% en alimentos, del 20,3% en vivienda (afectada por tarifas) y del 32,1% en educación, este último impulsado por el reinicio del ciclo lectivo.
Rocío Bisang, economista de Eco Go, señaló que el mes transcurrió “relativamente tranquilo en términos de inflación”, atribuyendo esta tendencia a la postergación de los aumentos en las tarifas de gas.
Por otro lado, la Fundación Libertad y Progreso reporta un aumento del 10,6% en marzo según su IPC LyP, desacelerándose 2,6 puntos porcentuales respecto a febrero. En el primer trimestre del año, el IPC acumula una suba del 51,1%, alcanzando su valor más alto desde marzo de 1991.
Desde diversas consultoras se observa una tendencia a la baja en la inflación núcleo, excluyendo precios estacionales y regulados, con valores moviéndose por debajo del 10% mensual. Se proyecta que la inflación podría rondar el 13% a fines de marzo, con una tendencia descendente.
En la región del Gran Buenos Aires (GBA), se registra una fuerte desaceleración en la segunda mitad de marzo, especialmente en alimentos, bebidas y productos para el hogar. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA
