La automotriz General Motors anunció la paralización de su planta en Santa Fe por segunda vez en lo que va del año, reflejando las dificultades que enfrenta el sector automotriz debido a la disminución en la producción, las ventas y las exportaciones. Esta medida se suma a la tendencia de reducción de plantillas laborales en la industria.
La planta, que reabrió en marzo después de dos meses de cierre, cerrará nuevamente la semana próxima, del 22 al 26 de abril. Esta decisión se toma ante una baja del 23% en la producción durante el primer trimestre del año, reflejando el impacto de la recesión en la industria automotriz.
Empresas como Toyota y General Motors han implementado programas de retiros voluntarios para ajustar sus plantillas laborales. General Motors, que emplea a poco más de 1.200 operarios, abrió este programa tras reabrir en marzo con el 85% de su personal y mantener suspendido al resto con el 79% de sus haberes.
La planta santafesina de General Motors ensambla el utilitario deportivo Chevrolet Tracker y hasta fin de año también ensamblaba el Cruze. La decisión de suspender actividades y abrir programas de retiros voluntarios busca compensar la caída de actividad debido a la menor exportación de vehículos.
Toyota también ha implementado un programa de retiros voluntarios para 400 de sus 8.500 operarios, mientras que Renault ha decidido no renovar los contratos de 270 de sus operarios en su fábrica en Córdoba. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA
