La sesión en la que el Senado iba a renovar sus autoridades terminó en un fracaso para el oficialismo, luego de que no se alcanzara el quórum necesario para su inicio. Este revés representa un golpe para la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien lidera la Cámara Alta, y pone en evidencia las tensiones internas del oficialismo y la fragilidad de los acuerdos alcanzados con los bloques dialoguistas.
La ausencia de algunos senadores claves resultó en la falta de los votos necesarios. En particular, se destacó la actitud de los senadores por Santa Cruz, Natalia Gadano y José María Carambia, quienes tienen una postura algo independiente respecto del gobernador Claudio Vidal y boicotearon la sesión. Su postura reflejó las dificultades del Gobierno para mantener cohesionados a todos los sectores dentro de su propia coalición.
El oficialismo logró reunir a 36 senadores, pero le faltó uno solo para poder iniciar la sesión, lo que dejó al descubierto las fisuras dentro de los acuerdos políticos que hasta hace poco parecían sólidos. Esta situación llega justo después de una semana en la que el oficialismo había logrado grandes victorias en el Senado, lo que hace aún más doloroso el fracaso sufrido hoy. (Agencia OPI Santa Cruz)