El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció este viernes el inicio de la Fase 3 del programa económico que comenzó el 10 de diciembre de 2023, marcando un cambio sustancial en el régimen monetario y cambiario del país. A partir del próximo lunes, el cepo cambiario quedará eliminado y se implementará un nuevo esquema de flotación administrada dentro de bandas móviles, en un rango inicial de entre $1.000 y $1.400 por dólar, que se ajustará a razón del 1% mensual.
Este giro económico se da tras la aprobación de un nuevo acuerdo de facilidades extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por un total de US$ 20.000 millones, de los cuales US$ 15.000 millones estarán disponibles durante 2025. Estos fondos permitirán recomprar deuda interna del BCRA y fortalecer las reservas internacionales, que se espera aumenten en hasta US$ 20.600 millones durante el año.
El nuevo régimen elimina el dólar blend y todas las restricciones cambiarias para personas humanas, incluyendo el tope mensual de USD 200 y los condicionamientos relacionados con asistencias estatales previas. Asimismo, se habilita el acceso irrestricto al Mercado Libre de Cambios (MLC) para el pago de importaciones de bienes y servicios, incluyendo adelantos y pagos más flexibles para MiPyMEs, así como el giro de utilidades al exterior para accionistas no residentes desde balances iniciados en 2025.
El BCRA estableció que dentro de las bandas cambiarias el tipo de cambio fluctuará libremente, y solo intervendrá en casos extremos, comprando o vendiendo divisas en el límite inferior o superior para sostener el equilibrio monetario. Esta intervención no será esterilizada, facilitando la remonetización de la economía, en línea con la nueva política que descarta la emisión de pesos para financiar el déficit fiscal o remunerar pasivos monetarios.
También se habilita la compra de nuevos instrumentos en pesos, denominados Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL), destinados a afrontar deudas comerciales o pagos de dividendos previos a 2025. Se eliminarán restricciones cruzadas para las personas jurídicas que operaban en mercados financieros alternativos y se derogará el Programa de Incremento Exportador (conocido como dólar blend), simplificando la liquidación de divisas.
En paralelo, se impone un nuevo esquema monetario más restrictivo, centrado en el control de los agregados monetarios, especialmente el M2 transaccional privado. El BCRA asumirá una política de monitoreo trimestral de la evolución monetaria, con metas que acompañan los criterios de desempeño y lineamientos del acuerdo con el FMI, que incluye también objetivos para las reservas internacionales netas y los activos internos netos.
La implementación de este régimen estará acompañada de un sesgo restrictivo en la política monetaria, mediante modificaciones en los coeficientes de efectivo mínimo bancario y un enfoque más conservador en la emisión. El objetivo es reforzar el ancla nominal del programa, estabilizar la inflación, fortalecer el ahorro interno y facilitar el crecimiento del crédito al sector privado.
Este conjunto de medidas, enmarcadas en una transición hacia un esquema de libre competencia de monedas, busca sentar las bases para una nueva etapa de previsibilidad económica, mayor inversión y estabilidad cambiaria en nuestro país. (Agencia OPI Santa Cruz)