La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, salió a aclarar sus recientes declaraciones sobre el rumbo económico del gobierno argentino, luego de que sus palabras generaran un fuerte rechazo en sectores del justicialismo. El revuelo surgió tras su aparente respaldo al plan de reformas impulsado por Javier Milei, que fue interpretado como una intromisión en el proceso electoral de cara a las legislativas de octubre.
En una rueda de prensa ofrecida este viernes en Washington, Georgieva moderó el tono y explicó que su mensaje estaba dirigido exclusivamente al Gobierno argentino. “Las elecciones son para los argentinos, no para nosotros”, afirmó ante corresponsales, en un intento por despegarse de cualquier lectura política sobre sus dichos.
La funcionaria del FMI remarcó que su intención fue instar al Gobierno a sostener su compromiso con las reformas estructurales. “Lo que hemos aprendido de la experiencia es que, muy a menudo, antes de las elecciones, los gobiernos debilitan su determinación de hacer reformas. Por eso mi mensaje fue para el Gobierno, que establezca el rumbo en beneficio del crecimiento de la Argentina”, señaló.
Las declaraciones originales de Georgieva se produjeron durante su participación en las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial. Allí, había asegurado que “es importante que no se descarrile la voluntad de cambio” en Argentina, lo que fue interpretado como una intervención en la discusión política interna del país.
En su balance sobre la situación económica, Georgieva destacó avances en el programa acordado con el FMI, como la reducción del déficit fiscal, la obtención de superávit primario, una tendencia a la baja en la inflación y una caída de la pobreza al 37%. También subrayó que “el Estado está saliendo de donde no corresponde para permitir más dinamismo en el sector privado” y elogió la política de desregulación impulsada por el Ejecutivo.
La repercusión política en Argentina no tardó en llegar, especialmente desde el justicialismo, que acusó a la jefa del organismo internacional de tomar partido en un momento clave del calendario electoral. Con esta aclaración, Georgieva buscó disipar tensiones y evitar una mayor politización de las relaciones entre el FMI y el Gobierno argentino. (Agencia OPI Santa Cruz)