Rusia y Ucrania concretaron este miércoles un nuevo intercambio de prisioneros, en el marco de los acuerdos alcanzados recientemente por delegaciones de ambos países durante conversaciones en Estambul. A pesar de este gesto humanitario, las hostilidades en el conflicto no se detuvieron y los enfrentamientos continuaron, incluyendo una masiva ofensiva con drones.
Según informó el Ministerio de Defensa ruso, un total de 270 militares y 120 civiles regresaron a territorio ruso tras el acuerdo sellado el 16 de mayo. En simultáneo, Kiev también recibió un contingente equivalente de prisioneros ucranianos, compuesto por la misma cantidad de soldados y civiles. El intercambio fue confirmado por fuentes oficiales y medios como el portal Actualidad RT.
Mientras tanto, la situación en el terreno se mantuvo tensa. Durante la noche, las fuerzas de defensa aérea de Rusia derribaron 112 drones lanzados por Ucrania, según el parte emitido por el Ministerio de Defensa en Moscú. De ellos, 24 fueron interceptados en la región de Moscú, 22 en Crimea, 18 en Tula y 11 en Kursk. El resto fue neutralizado en otras zonas del país.
Uno de los incidentes más graves ocurrió en Yelets, una ciudad de la región de Lipetsk, donde los restos de un dron impactaron en un área industrial y provocaron un incendio. De acuerdo con las autoridades locales, al menos ocho personas resultaron heridas. La información fue confirmada por el gobernador regional y reportada por la agencia de noticias Xinhua.
El intercambio de prisioneros representa un raro gesto de diálogo entre las partes en conflicto, pero no ha implicado un alto al fuego ni una desescalada militar. El uso intensivo de drones y la continuidad de los ataques reflejan que el enfrentamiento, iniciado en febrero de 2022 con la invasión rusa a Ucrania, sigue activo y con niveles elevados de violencia en diversas regiones. (Agencia OPI Santa Cruz)