Mañana 7 de junio se conmemora el día del periodista, fecha icónica que se emparenta con la aparición de La Gaceta, primer órgano de comunicación fundado en 1810 por Mariano Moreno.
Hasta aquí la descripción fáctica de por qué en Argentina se toma esta fecha alegórica y no otra para recordar este día. Sin embargo, no nos podemos quedar con el envoltorio del paquete, sin reflexionar mínimamente lo que contiene 215 años de historia de la actividad de prensa a la cual, en algún momento, se la denominó “el cuarto poder”, cuando en realidad la prensa era un poco menos mercantilista, muy reducida y su potencia no residía en la multiplicación inmediata y sintetizada que tiene hoy la noticia, sino recalaba en el análisis de los contenidos, por eso eran llamados “formadores de opinión” y no solo ofrecía una lectura liviana y pasatista, como ocurre hoy con la multiplicación inconmensurable de medios (y “medios”) debido a la facilidad tecnológica, el abaratamiento de la logística y el encarecimiento del diario papel, sumado a la inmediatez de las redes sociales, un fenómeno que en función de la velocidad de propagación de las comunicaciones, en algún punto destruyó el concepto del periodismo como lo conocimos.
El oficio de periodista ha sido, a través de los tiempos, una actividad no exenta de riesgos, de acuerdo a la forma, el lugar y el tiempo en el que transcurrió la información y el compromiso que han asumido los comunicadores, de hacerlo con la verdad, libre de ataduras y fundamentalmente, cumpliendo con su objetivo fundamental que es de informar, criticar y constituirse siempre, en un contrapoder.
El periodista libre de ataduras, condicionamientos y pauta, es detestado por los poderes del Estado, los gobiernos, funcionarios y en general, por la clase política y empresaria que ven en la actividad, una ventana por donde se cuelan sus secretos, sus corruptelas y sus negocios sucios.
No conozco desde Alfonsín hasta acá, un presidente que no haya tenido aversión al periodismo, con especial dedicación a defenestrar y anular a la prensa, como lo han hecho Néstor kirchner, Cristina Fernández y ahora, Javier Milei quien ha llegado al paroxismo de la segregación por capas de aquella prensa o periodismo que le es crítica y es sistemáticamente coronada de los insultos más horribles, impropios de un presidente que no se diferencia de aquellas acciones brutales del kirchnerismo cuando Moreño y Bonaffini hacían escupir las fotos de periodistas en Plaza de Mayo o como ahora lo hace el libertario, propalaban el “Clarín miente” o “Todo Negativo”, por mencionar lo que más se escuchaba, como mensaje directo a la ciudadanía de que éstos y otros medios, operaban en contra del gobierno.
Sin embargo, hoy vemos que gracias al periodismo de aquellos días, una ladrona multimillonaria está condenada con un doble conforme y más 35 cómplices purgan alguna condena o sufren un proceso por corrupción y lavado de dinero. Y el periodismo lo hizo.
Por lo tanto, hoy, día del periodista, debe servir para reflexionar más que para festejar. Debemos entender qué sería de nuestra sociedad si no existieran aquellas voces con capacidad de contarle al ciudadano lo que está pasando, inquietud planteada allá en 1810 cuando el pueblo reclamaba conocer lo que habían decidido los integrantes de la Revolución de Mayo. Esta reflexión, nos permite revalorar la actividad del periodista en la democracia, aún cuando ciertos personajes del poder, encubiertos en el pelaje de pseudo-demócratas, atenten diariamente y a través de los tiempos contra el periodismo que los interpela. (Agencia OPI Santa Cruz)
Felicitaciones OPI
gracias
Mientras haya una pluma que no se venda por dinero, el Periodismo está a salvo. GRANDE OPI. FELICITACIONES
La vocación hacia el periodismo que anida y crece en el interior de aquellos que han decidido iniciar y pulir esta noble profesión, y que los compromete con la verdad mediante la información veraz destinada a una sociedad necesitada de ella para esclarecer los oscuros senderos de poder,, los hace merecedores de un caluroso saludo en su día. Felicitaciones O.P..I.
Hace 15 encontré a OPI y NUNCA leí una nota complaciente. Felicito a todos los que hacen OPI. Hay otros periodistas que fueron grande como Cachito y se perdieron por la puta pauta. Feliz dia
Felicidades en su día a todos los que hacen OPI todos los días del año y nos ayudan a leer la realidad.