Científicos en Australia identificaron un nuevo biomarcador y objetivo de tratamiento, el receptor de superficie celular F2R, que podría mejorar notablemente el pronóstico para mujeres con cáncer de ovario. El hallazgo, comunicado por la Universidad del Sur de Australia (UniSA), surge como una respuesta a la alta mortalidad de esta enfermedad, considerada el cáncer ginecológico más mortal a nivel mundial y que anualmente causa la muerte de más de 200.000 mujeres.
El principal desafío del cáncer de ovario es su diagnóstico tardío, ya que alrededor del 70 % de los casos se detectan solo después de que la enfermedad se ha propagado más allá de los ovarios, lo que resulta en bajas tasas de supervivencia. Hugo Albrecht, investigador principal del estudio del Centro de Innovación Farmacéutica de UniSA, destacó la insuficiencia de las herramientas actuales. “Los biomarcadores actuales carecen de sensibilidad y precisión, lo que deja a los médicos con pocas herramientas para la detección temprana o para predecir con fiabilidad los resultados del tratamiento“, afirmó Albrecht.
La investigación, publicada en el International Journal of Molecular Sciences, confirmó que el F2R se sobreexpresa frecuentemente en los tejidos del cáncer de ovario. Esta sobreexpresión es especialmente alta en mujeres que son resistentes a la quimioterapia y en casos donde el cáncer ya ha hecho metástasis. El equipo analizó grandes conjuntos de datos genómicos y utilizó imágenes avanzadas y análisis de tejidos en muestras tumorales, encontrando que las mujeres con niveles elevados de F2R tenían una esperanza de vida más corta, lo que subraya el valor del receptor como indicador pronóstico.
El estudio también exploró el potencial terapéutico del F2R, demostrando que su silenciamiento redujo significativamente la capacidad de las células tumorales para desplazarse, invadir y formar esferoides, procesos clave en la metástasis. Además, la supresión farmacológica del F2R hizo que las células cancerosas fueran más sensibles al carboplatino, un fármaco quimioterapéutico común. Carmela Ricciardelli, coautora de la Universidad de Adelaida, señaló que la evaluación del F2R podría permitir el diseño de terapias más eficaces junto con la quimioterapia estándar. Los investigadores indicaron que, si bien se necesitan ensayos clínicos más amplios para confirmar los hallazgos, esto abre nuevas vías para pruebas diagnósticas y tratamientos personalizados. (Agencia OPI Santa Cruz)