12:00 El avión presidencial que transportó por el mundo al expresidente de México Enrique Peña Nieto está a punto de volar de forma permanente. La venta del Boeing 787 Dreamliner es una de las primeras medidas del presidente Manuel López Obrador para comenzar con el proceso de “transformación” de México , el que se propone dejar atrás todos los símbolos de excesos del pasado.
El flamante presidente mexicano inició su mandato con la promesa de gobernar como un ciudadano común y poner fin a décadas de secreto, seguridad y el lujo del que gozaron sus predecesores en el cargo.
“Se van a vender todos los aviones y helicópteros que utilizaron los políticos corruptos”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en un acto ante cientos de personas en el estado Veracruz, durante su primer día completo como gobernante.
Por su parte, el Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, convocó a una conferencia de prensa en el aeropuerto de la Ciudad de México el domingo, frente al Boeing 787 Dreamliner para anunciar que el avión “muy pronto” se pondrá a la venta. Según el funcionario, el avión presidencial de 218 millones de dólares, adquirido a fines del 2012, es uno de los 60 aviones gubernamentales que se venderán, además de 70 helicópteros.
Posteriormente, los fotógrafos y camarógrafos entraron para ver por sí mismos el espacioso interior adornado con sellos oficiales del gobierno en las paredes y monitores de pantalla plana, así como el dormitorio presidencial y un baño que parecía estar revestido de mármol.
La aeronave será enviada el lunes al aeropuerto de Victorville en el sur de California mientras espera a un nuevo propietario, según un comunicado de la secretaría de Hacienda. López Obrador ha cumplido con otras promesas populistas de campaña, entre ellas poner fin a las pensiones de los expresidentes y una reducción salarial para los altos funcionarios del Gobierno, lo que ha significado un importante ahorro de dinero.
Un comienzo austero
El sábado por la mañana, justo antes de su toma de posesión, el veterano político izquierdista, que viaja en vuelos comerciales, abrió las puertas a visitantes de la lujosa residencia de Los Pinos que alojó a los presidentes mexicanos durante más de ocho décadas. López Obrador ha dicho que no vivirá en la casa de Los Pinos, que será convertida en un centro cultural.
El nuevo presidente lanzó ayer este lunes su “transformación” del país con ruedas de prensa madrugadoras y la instalación de una comisión de investigación para esclarecer el sonado caso de 43 estudiantes desaparecidos en 2014, conocido como Ayotzinapa.
El izquierdista, ampliamente conocido por sus iniciales como AMLO, ha prometido una ruptura con el pasado, y la inició con una nueva investigación de un caso que es una de las manchas más oscuras del gobierno de su antecesor Enrique Peña Nieto. (La Nación)
