17:00 – (Por Rubén Lasagno) – En los últimos días/horas aparecieron en la agenda pública de la provincia, dos figuras color sepia. Sergio Acevedo y Héctor Di Tulio, dos históricos de la política santacruceña, desaparecidos luego del tsunami político/social del año 2007 que emergieron como producto de dos factores fundamentales: la dispersión partidaria y desaparición de los partidos tradicionales (hoy subsumidos por alianzas y frentes) y la falta de opciones electorales, ante aparatos que reiteran sus intentos de llegar y/o mantenerse en el poder, pero careciendo de referentes fuertes y bien posicionados en el gusto público.
Es este marco, el cual les permite ascender a viejos conocidos llamados a cuarteles de invierno y reaparecen, primero como sugestivos “opinadores”, haciendo eje en sus experiencias propias e intentando que la memoria corta de los santacruceños haya expulsados los malos recuerdos existentes, de quienes cuando tuvieron la posibilidad de hacer algo por la provincia, no pudieron, no quisieron o no los dejaron. En cualquier caso es tan grave la mala praxis como el silencio.
El contexto político de Santa Cruz es crítico. Más allá de las divisiones internas que tiene Eduardo Costa y el Radicalismo en su cuerpo político-partidario, el oficialismo no la tiene más fácil. El FPV/PJ es víctima de una división electoral evidente, ya que hasta el momento no pudo anexar al nuevo partido de Daniel Peralta y un quiebre partidario interno, porque el aparato kirchnerista quiere coronar a Alicia Kirchner, necesita a Javier Belloni y Claudio Vidal para sumar votos y no puede juntar el agua y el aceite sin que cedan a su favor.
Pablo González en las últimas horas confrontó públicamente con Belloni, entendiendo que el intendente debería aportar a Alicia, más que a restar votos a la actual gobernadora. Pero González sabe que eso está fuera de su voluntad y alcance. Belloni va a ir por adentro con pretensiones propias y Vidal fundó partido propio y está a la búsqueda de un lugar. Ha intentado anexarse a Peralta, no le alcanza para ir solo y sabe que de jugar como sublema del FPV/PJ sale tercero cómodo.
Pero Claudio Vidal tiene lo que otros tal vez no tengan: billetera. El grave inconveniente del petrolero es que no pretende resignar nada en el camino. Hoy Vidal está “bancado” por parte del Sindicato y sus pares le aportan la estructura más la caja usada por el dirigente para posicionarse públicamente. Aún así, hay dos factores que no favorecen al petrolero: el primero es su encarnizado embate para ir directo a la gobernación sin escalas. Como lo habíamos anunciado hace mucho tiempo, sectores del propio kirchnerismo se lo iban a impedir; y así sucedió. El otro, es la baja aceptación pública que tiene Vidal en la provincia y especialmente en Río Gallegos y Caleta Olivia (ni hablar de El Calafate, Perito, Los Antiguos y la cuenca). Esto prácticamente lo saca del foco de las preferencias. La última encuesta ordenada por el FPV lo da con menos del 5% y Cambiemos lo midió con un número similar.
El kirchnerismo lo desprecia pero lo necesita. Peralta oscila entre aceptar su acompañamiento y alejarse de la contaminación negativa que le puede aparejar su alianza electoral. El costo-beneficio es dudoso. El ex gobernador duda si aprovechar el impulso que le aportaría Vidal a través de sus espónsores petroleros (incluyendo alguna empresa) y ponerse en contra de centenares de ex petroleros, muchos echados por orden de Vidal, familias que sufrieron las consecuencias de enfrentarse a la actual dirigencia, la fuerte oposición sindical que pelea espacios con el Secretario General y los peronistas más ortodoxos a quienes no les termina de cerrar el novel candidato de extracción sindical.
Los que si andan boyando en busca de un puerto en el cual anclarse, son Sergio Acevedo y ahora también Héctor Di Tulio. Ellos, como Vidal pero sin plata, buscan un lugar que los acepte, contando como único capital, el nombre que alguna vez tuvieron asociados a la política provincial y seguidos de un frustrante fracaso reiterados a lo largo de sus respectivas historias. Ya no cuentan los partidos, por más que algunos busquen un cartel donde ampararse. Hoy cuentan la billetera y la estructura. Sin embargo, el electorado no ha dejado de repasar la historia de cada uno a la hora de considerarlo potable o no en una boleta. No es casualidad que Acevedo en todos estos años no se haya podido filtrar en una boleta. El rechazo hacia su figura política es muy fuerte y Di Tulio transita por el mismo camino. El voluntarismo en política no marca tendencia. Lo único que hace diferencia entre ser conocido y aceptado, es la forma en que nos hemos comportado y la transparencia que hayamos demostrado y eso, no es un bien que se pueda valorar en estos candidatos espontáneos de la oportunidad, que aparecen como hongos. (Agencia OPI Santa Cruz)
Fiera venganza es la del tiempo.
Me da pena verlos, a estos dos Viejitos Traidores, tratando nuevamente de conseguir una changuita para vivir del estado.
Al “Nabo” Di Tulio U.C.R. recuerdo, haber visto emponchado en nuestra Bandera Argentina llevando un pobre Pingüino (Vivo) a la banca del Congreso Nacional para el, hacer y decir payasadas, para terminar luego del mandato cumplido, declarando tomar su propia orina en un programa del Doc. Cormillot.
A Sergio “Negro” Acevedo, Tambien recuerdo traicionando al M.R.P.. del cual fue uno de sus fundadores, para encolumnarse luego en las filas Kirchneristas, ascendiendo a las grandes ligas (Gobernador) y después renunciar, sin decirnos (Porque, El bien lo sabe) a que bolsillo fueron a parar los fondos de Santa Cruz.
Si estos decrépitos Zombis (R.I.P.) pretenden ser alguna alternativa a votar, la oposición.. puede dormir tranquilamente.
“Cuando aterrice en Río Gallegos, no quiero verte en la casa de gobierno” sin duda alguna el aviador lupín, sabía con quién trataba.
Tal una copera, hoy aparece creyéndose el Ave Fenix. Pobre tipo arrastrándose como lagartija cara.
Lo peor de esto no es si el nabo habla de la orina, sino los negocios que hizo gracias a Néstor en la pesca. Es propietario de algunas hectáreas Frente al puerto de Caleta, uno de sus hijos trabaja becado en el Senado y hace unos días el otro entró en la justicia sanitarias en Caleta de la mano de un tal Peretti, ex socio de Tito Fernández. Todos acomodados mientras tus hijos pese a estudiar y sacrificarse no logran ingresa a trabajar para el Estado.
DI TULIO? QUE RESPETO SE LE PUEDE TENER A UN TIPO QUE SE VANAGLORIA DE QUE LO APODEN “NABO” Y ACTUÉ DE TAL MANERA?