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LA IDEOLOGÍA BERRETA, EL RELATO TÓXICO Y LA CORRUPCIÓN SISTEMATIZADA

El presidente Alberto Fernández junto a Cristina Kirchner -

(Por: Rubén Lasagno) – Los argentinos padecemos hoy, los mismos dislates políticos y sociales que soportamos en la década ganada, solo que ahora están más acotados por la realidad acuciante, las mentiras duran mucho menos y el linaje de sus ejecutores permite prever con anticipación lo que va a ocurrir en virtud de la experiencia sobre lo que ya ocurrió.

El gobierno kirchnerista tiene tres patas en las que se apoya institucional y partidariamenteLa ideología, el relato y la corrupción. Si al lector le llama la atención que mencione a la corrupción como un factor incorporado al aspecto metodológico del Frente para La Victoria, cabe resaltar que esta particularidad es un hecho indivisible de los gobiernos K que se han desarrollado en la provincia, en los municipios y en la Nación.

La ideología berreta, es la impronta oportunista de la que hace gala el kirchnerismo, cuando inventa un pasado irreal, se funda en valores que nunca defendieron sus padres políticos (Néstor y Cristina) y se asumen como refundadores de un país al que en realidad refundieron y volvieron para acabar con lo que quedaba. Todo esto, claro está, enmarcado en el concepto “populista” el cual les permite transformar cualquier “necesidad social”, en un excelente negocio.

La ideología berreta es la invención de una épica inexistente sobre un discurso plagado de incorrecciones, lleno de baches históricos, un pseudo izquierdismo creado por los fundadores del FPV, quienes, contrariamente, cultivaron la cepa de la derecha más atroz, solo basta ver y repasar la historia de Néstor Kirchner gobernador, sus abrazos con militares, la condescendencia con el régimen, su hermana Alicia ex funcionario del Proceso y la asistencia perfecta a los actos en las guarniciones del sur, donde se movía como pez en el agua y era considerado un gobernador colaborador con las FFAA, que en esos años desplegaban una fuerte presencia en el sur argentino y especialmente en Santa Cruz. Baste recordar, como cada 24 de marzo lo recuerda OPI, que en esa fecha durante su gestión como gobernador, nunca hizo un acto evocativo en repudio del golpe militar del 1976, sino que se iba a festejar el aniversario de Gob Gregores con honores militares ofrecido por el Ejército Argentino.

La creación de esa ideología de “izquierda revolucionaria” fue una acción necesaria implementada cuando en el 2003 Néstor Kirchner ascendió a la nación y debió interactuar con sectores donde se hacía necesario mostrarle al mundo una nueva esperanza de cambio, montado en el discurso reformador de la épica revolucionaria de los Castros y Chávez, para diferenciarse “del imperialismo” de EEUU, una estupidez claramente transmitida a quien quisiera escucharlos: torcían el rumbo del país hacia un capitalismo de amigos, con fronteras cerradas excepto para sus socios “ideológicos” y mientras los tres (Castro, Kirchner y Chávez) despreciaban el imperialismo, se asociaban con Rusia y Chinalos imperios más crueles, censuradores, opresores y explotadores del mundo, que conquistaban a tres sudacas movidos solo por intereses personales y necesidad de perpetuar su poder.

Como condición necesaria de esa ideología berreta, nació el relato necesario. Y allí el fundamento discursivo de cada acción, creó una historia para cada oportunidad. El relato tóxico fue ganando espacio en un partido edificado sobre un castillo de naipes, solo pragmático a la hora de quedarse con los dineros públicos y prorrogó las mentiras y las multiplicó como los panes. Sin embargo el mundo mediatizado, donde las redes se apresuraron en destapar las mentiras y algunos medios no pudieron ser intoxicados por la pauta oficial ni apretado por políticos de turno,  se generó una ventana para que el poco aire fresco entrante, después de tanto despotismo ilustrado de 12 años, hiciera emerger una pequeña isla donde los argentinos pudiéramos recrear la verdad de lo sucedido y de lo que está sucediendo, realmente, y así pudimos conocer la verdad.

La corrupción es un hecho inherente al propio partido oficialista. Es una condición práctica y necesaria de cualquier buen kirchnerista que se precie de tal (empresario, militante, sindicalista, político, etc). Lo hicieron cuando estuvieron antes y la repiten ahora que volvieron. No es una elección, es parte del sistema político que proponen. Votar al kirchnerismo es aceptar la corrupción implícita en su plataforma de gobierno.  Esto es lo que deben entender quienes se enfrentan a la decisión política de votar. Frente a las urnas, es necesario que el ciudadano comulgue con su conciencia y sepa cuál es la génesis de cada candidato. Conocimiento histórico de cada uno y cada partido, sobra. Y si vuelven una y otra vez, no es por impulso propio, sino por yerros de otros y desconcierto del pueblo.

Ejemplos de estos tres pilares pueden llenar páginas de varios libros. Solo por nombrar algunos: Derechos Humanos, política exterior, manejo de recursos, estatización, etc, como parte de la ideología autoinventada. En cuanto al relato, tenemos ejemplos claros en el caso Maldonado, la vacuna rusa o más acá la desmonumentación del Gral Roca. Y en cuanto a la corrupción, no nos alcanzarían las hojas del Word para volcar los ejemplos, pero podríamos circunscribirlo a la pandemia, por ejemplo, cuando lo primero que hizo el gobierno nacional y de Santa Cruz luego de su asunción en diciembre de 2019, fue declarar las emergencia para no estar atado a complejas autorizaciones y controles y generar empresas de amigos para comprar insumos y sobrefacturar los mismos. (Agencia OPI Santa Cruz)

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2 COMENTARIOS

  1. OPI es el unico medio que sigue llamando Avda Roca y deberia ser imitado por su representante en el congreso el Sr Costa que un reportaje dijo “San Martin y Pte Kirchner” !!!

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