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Cada vez más presionado y debilitado, Bolsonaro hace concesiones de poder claves

Según publica La Nación Acorralado por una investigación parlamentaria y por sospechas de corrupción, el presidente consolidó su alianza con el bloque legislativo Centrão; el jefe de gabinete será un referente de ese espacio.

Por: Marcelo Silva de Sousa

Bajo presión por las crecientes críticas del Congreso y por los avances en la investigación parlamentaria de la gestión de la pandemia, Jair Bolsonaro dio un paso clave en la cesión parcial del control de su gobierno al bloque de partidos del denominado Centrão.

El presidente brasileño invitó al senador Ciro Nogueira, uno de los principales referentes del Centrão, a asumir como jefe de la Casa Civil (jefatura de gabinete), el ministerio de mayor peso dentro del Palacio del Planalto. Nogueira, representante del Partido Progresistas (PP) por el estado de Piauí, asumirá funciones la semana que viene, según confirmó Bolsonaro.

“Vamos a poner a un senador en la Casa Civil que pueda mantener un diálogo mejor con el parlamento brasileño”, aseguró Bolsonaro en una entrevista con una radio de Curitiba. El general Luiz Eduardo Ramos, actual ministro, será transferido a la Secretaría General de la presidencia, en un debilitamiento del “ala militar” del gobierno.

El Centrão está compuesto por un conglomerado de partidos que suele integrar todas las coaliciones de gobierno a cambio de puestos en las primeras líneas ministeriales y el manejo de porciones del presupuesto en el legislativo.

Los cambios, calificados por Bolsonaro como una “pequeña reforma ministerial”, llegan en uno de los momentos de mayor debilidad del presidente. El líder ultraderechista enfrenta un creciente malestar del Congreso y mayor presión de la política y las calles por la apertura de un proceso de impeachment como respuesta a los avances de la investigación parlamentaria por las omisiones del gobierno federal en la crisis del Covid-19. Además, ante una caída en las encuestas frente a quien aparece como su principal adversario para 2022 –el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva–, Bolsonaro comienza a ser objetado por la posible corrupción en la compra de vacunas contra el Covid-19.

Protagonismo

Desde el año pasado, el Centrão viene ganando espacio y protagonismo en el gobierno como casi en ninguna otra administración. Por primera vez, un exponente de ese grupo va a comandar la Casa Civil. La cartera es considerada la más importante dentro del Planalto y por allí pasa la articulación de todas las diferentes acciones del gobierno.

Leandro Consentino, politólogo y profesor del Insper de San Pablo, opinó que Bolsonaro “busca sobrevida” frente a un momento crítico, en un movimiento que lo torna rehén completo del Centrão.

“¿Qué viene sucediendo en los últimos años? El presidente elije a sus ministros de acuerdo con intereses político-partidarios, tiene todo para no dar resultado”, había dicho Bolsonaro, todavía candidato, en 2018. “Mi propuesta es designar a las personas correctas en los lugares correctos, por eso no integro el Centrão”.

Nogueira, de 52 años y golpeado por tres acusaciones de corrupción en el ámbito de la operación Lava Jato, llamó en 2017 públicamente a Bolsonaro “fascista” y también dijo que Lula fue el mejor presidente que tuvo Brasil. El senador por Piauí se había alejado recientemente del gobierno amenazando con que el PP abandonara la coalición gobernante.

“El gobierno federal está contra las cuerdas y lo que se ve es una evolución de un proceso que ya conocíamos: ante mayor fragilidad, Bolsonaro se vende al Centrão y espera que éste le brinde un blindaje o protección ante el curso de las investigaciones por posible corrupción o cualquier eventual pedido de impeachment”, dijo a LA NACION Consentino.

Ministerio de Trabajo

El presidente confirmó también que volverá el Ministerio de Trabajo bajo el título de Ministerio de Empleo y Previsión. Esa cartera será conducida por el actual ministro de la Secretaría General, Onyx Lorenzoni, que asumirá parte de las facultades actuales del ministro de Economía, Paulo Guedes, otro de los perdedores tras los cambios.

Bolsonaro ensayó una justificación para su cada vez más estrecha relación con ese bloque de partidos, denostado y blanco permanente del discurso de campaña que lo llevó al triunfo en 2018, cuando se mostraba como una cara ajena a la “vieja política”.

“Son poco más de 200 personas (los parlamentarios del Centrão). Si me alejo del centro y de los pocos parlamentares de izquierda, voy a gobernar con un quinto de la Cámara (de Diputados). No es posible gobernar”, aseguró el mandatario.

Consentino dijo que pese a haberle cedido una parte del control del gobierno, Bolsonaro pudo haber ganado una tranquilidad pasajera. “Cuando lo que se ofrece es la joya de la corona, es difícil pensar que resta algo más por dar. El Centrão no tiene apenas un dueño y es posible que llegue un momento en el que si el gobierno se debilita más, no le sea redituable continuar fiel a Bolsonaro”.

El presidente traicionará en el mismo movimiento otra de sus banderas de campaña: reducir el número de carteras y el tamaño de la burocracia de Brasilia. Aunque antes de la elección de 2018 anunció que achicaría el número de carteras a 15 como máximo, con la vuelta de Empleo volverá a 23 ministerios.

El PP cobrará especial relevancia. Es el mismo que abriga al presidente de Diputados Arthur Lira, el único brasileño con la lapicera capaz de abrir uno de los más de 100 pedidos de impeachment contra Bolsonaro que descansan en la Cámara baja. Además, en la búsqueda de un partido para disputar la elección de 2022, la cercanía más estrecha al PP también deja al presidente con una opción cada vez más concreta para afiliarse y disputar las presidenciales de 2022. (La Nación)

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