(Por Rubén Lasagno) – ¿Si somos incoherentes?, si, lo somos, al menos quienes nos gobiernan a nivel nacional lo demuestran a cada momento. Alberto Fernández esperaba que los Reyes Magos, le trajeran ese silloncito tan ansiado: la presidencia de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), un invento rudimentario del desaparecido Hugo Chávez, quien promovió una especie de “OEA criolla”, con la esperanza de diferenciar la elite populista de la otra a la cual decía despreciar, pero donde llevaba sus dólares robados, como los grandes “populistas argentinos que baten el discurso por izquierda e invierten cientos de millones de dólares de la corrupción, como fue el caso paradigmático de Daniel Muñoz.
Con un conglomerado de 32 países, del cual se ha exceptuado Brasil, Estados Unidos y Canadá, Alberto Fernández fue electo para presidir la CELAC.
“La CELAC no nació para oponerse a nadie, ni para inmiscuirse en la vida política de ningún país. Nació para defendernos a nosotros mismos”, dijo el Presidente de la Nación en su breve discurso y agregó “Nos preocupa mucho el cambio climático sobre todo en nuestra América insular y del Caribe. No hay límites para la integración, nos apoyaremos en los consensos y habrá respeto por la diversidad”.
Lo que intentó el presidente argentino, fue armar un escudo anticrítica, por la incoherencia básica que tienen los postulados que dicen sostener desde el organismo, pues la participación de Nicaragua, Venezuela y Cuba colisiona visiblemente con el discurso a favor de los Derechos Humanos y el sostenimiento de la Democracia, ya que estos tres países son un verdadero oximorón.
La aclaración discursiva de la CELAC no nació para oponerse a nadie, ni inmiscuirse en la vida política de ningún país,fue un acto fallido para justificar, por la vía del absurdo, la falta de compromiso de sus integrantes con los pueblos de estos tres países que sufren la opresión, la persecución, el encarcelamiento, la muerte y la tortura, en manos de dictadorcitos tercermundistas.
Por definición los actos fallidos son actos sintomáticos: el sujeto, por la influencia perturbadora de ideas o deseos inconscientes, expresa involuntariamente, de forma figurada, lo que en realidad intenta callar y encubrir. Esto le pasó a Alberto Fernández.
Y como si todo esto fuera poco, su gobierno está peleando por entrar en una negociación con el FMI, entidad financiera mundial compuesta por los países más fuertes del mundo y liderada, especialmente, por Estados Unidos, los mismos a los cuales Fernández critica desde su mensaje maniqueo, en favor de los dictadorzuelos latinoamericanos, que se unen a discursear en mesas de la abundancia, mientras sus pueblos sufren en hambre y la falta de derechos fundamentales, entre ellos la libertad y la vida.
La gran farsa de saberse cabeza de ratón, en vez de cola de león, deja a Alberto Fernández conforme de haber llegado a la presidencia de la CELAC, un conjunto de países menores del orbe, sin decisiones ni poder de veto y solo nucleados bajo el paraguas de las falsas ideologías que detentan verdaderos oligarcas que subsumen a sus pueblos en la miseria, mientras sacan sus riquezas mal habidas y las ponen a resguardo en el principal país que dicen “despreciar” y al cual, finalmente, como sucede con Alberto Fernández, terminan “tirándole la manga” y les ruegan que no los hagan caer en el default. (Agencia OPI Santa Cruz)
Otro editorial muy… Muy bueno aunque duela tanto… Pobre mi País…
Yo creo que se quedaron cortos. Mientras el gobierno ladra para los giles, lo que menos le tira a EE.UU. es la manga!!!
Este gobierno es payasesco, un mamarracho por dónde lo mires. Los Argentinos estamos condenados como país al fracaso. Fíjense los inútiles que votan!! Son felices? Deficientes mentales! Este gobierno es muy inútil!! …Me tienen harto los Deficientes mentales que encima defienden a la inepta de Cristina, al títere de Alberto, porque son inservibles, No soporto más tantos payasos juntos! Ni una idea coherente tienen NI UNA!!!