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Deuda y FMI: el ataque de Alberto Fernández endureció al PRO y crecen las dudas sobre cómo votará Juntos por el Cambio

Los principales referentes opositores se reunieron en el Congreso tras la Asamblea Legislativa, luego de la retirada del PRO - Foto: NA

Según publica Clarín Los radicales y la Coalición Cívica, que permanecieron en el recinto, se mantienen más favorables a acompañar el acuerdo.

Por: Martín Bravo

La confrontación por un tramo del discurso de Alberto Fernández, con la retirada del recinto de los legisladores del PRO, no será en principio un factor decisivo para condicionar la posición de los bloques opositores ante el entendimiento con el FMI.

La decisión dependerá en mayor medida, según ratificaron los referentes de Juntos por el Cambio en la tarde de este martes, del análisis del proyecto y los anexos que enviará el Gobierno al Congreso. Lo que dejó el episodio fue una foto de la diferente predisposición de cada sector en la previa a esa determinación: los que dejaron las bancas vacías serán los más reticentes a acompañar el acuerdo.

Terminada la Asamblea Legislativa, y después de cuestionar al Presidente frente a las cámaras de TV, once dirigentes se reunieron en el despacho del radical Luis Naidenoff y difundieron un comunicado de Juntos por el Cambio con el propósito de contrarrestar la imagen de división en el recinto por las distintas reacciones de cada bloque luego de que Alberto Fernández asegurara que el acuerdo con el FMI “no releva” al Poder Judicial de avanzar en la investigación de la deuda contraída por Mauricio Macri.

“Los argentinos y las argentinas tienen el derecho de saber cómo ocurrieron los hechos y quiénes fueron los responsables del desatino”, marcó el Presidente, lo que desató un griterío desde las bancas opositoras y el abandono del recinto de los legisladores del PRO. También se fue Horacio Rodríguez Larreta.

Antes, Alberto Fernández había dicho que “no quedó nada del dinero recibido” y que el crédito se usó para “financiar la fuga” de capitales. Los radicales -tanto los bloques conducidos por Gerardo Morales y Mario Negri como los de Martín Lousteau-, la Coalición Cívica y el resto de los espacios se quedaron a escuchar lo que quedaba de la apertura del período de sesiones ordinarias.

Cada sector argumentó su posición, algo que ya había quedado definido en la previa. “¿Cómo nos íbamos a quedar si directamente nos llamó delincuentes?”, sostuvieron en el PRO. “El radicalismo nunca se fue, ni siquiera cuando nos tiraban cosas desde la tribuna”, tomaron distancia en la UCR. “El discurso fue pobre, con provocaciones innecesarias, pero no nos sentimos interpelados como para irnos. Nosotros no estamos para el juego de la silla”, reforzó un dirigente cercano a Elisa Carrió.

En el comunicado, titulado “Un Presidente alejado de la realidad”, buscaron saldarlo al considerar las palabras de Alberto Fernández como una “actitud provocadora y violenta contra la oposición, que resulta inaceptable para un Gobierno que busca un acuerdo de todos”. En el texto a su vez puntualizaron que el Presidente “no planteó soluciones a los problemas más urgentes” como la inflación, la inseguridad, la pobreza, la caída de las empresas y la pérdida de poder adquisitivo, que no se refirió a los incendios en Corrientes, que “no condenó con claridad” las acciones de la Federación Rusa en Ucrania y que “atacó de manera directa” a la Corte Suprema.

La redacción la discutieron Morales, Naidenoff, Negri, Lousteau, Alfredo Cornejo y Carolina Losada por el radicalismo; Patricia Bullrich, Humberto Schiavoni y Gerardo Milman por el PRO; Maximiliano Ferraro por la Coalición Cívica y Miguel Pichetto por el Peronismo Republicano. Hubo un tanteo sobre la posicionamiento ante el acuerdo con el FMI. El PRO aparece como el más duro, como en la reacción en el recinto.

Para evitar profundizar las discrepancias, y con el objetivo de “hacer el mayor esfuerzo” por votar de manera unificada, acordaron esperar el ingreso del proyecto para tomar una determinación. Una vez que se conozcan los detalles del entendimiento con el organismo, habrá reuniones y consultas cruzadas. Por lo que adelantaron, no les será fácil unificar la postura. En el radicalismo apuntaron contra el PRO por extremar las posiciones y advirtieron sobre el riesgo de que, si ese bloque vota en contra, el resto se incline por la abstención y el acuerdo corra peligro de naufragar en el Senado.

“No hay nada más audaz en estos momentos que ser prudentes”, también cruzaron al macrismo desde la Coalición Cívica. Con Pichetto a favor de acompañar el acuerdo, el PRO otra vez se recorta como el sector más intransigente de Juntos por el Cambio. “Todavía tenemos un papel en blanco. No tomamos posición”, aclaró al caer la tarde un referente del macrismo. Al rato arrancaba una reunión en la casa de Macri, para avanzar en la posición del espacio.

La percepción en el resto del espacio opositor es que el PRO tendrá una sensibilidad diferente para analizar el proyecto y los anexos, como con su reacción frente al discurso de Alberto Fernández. “El PRO vive corriendo el arco. Para nosotros, por ahora, no hay argumentos de peso para rechazarlo”, contrapuso un radical que participó de la reunión. (Clarín)

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