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Una idea de Cristina Kirchner para pagarle al FMI es considerada “descabellada” en Washington

Cristina Kirchner en el acto en Pilar junto a la UOM -
Cristina Kirchner en el acto en Pilar junto a la UOM –

Según publica Clarín La vicepresidenta habló de la posibilidad de atar los desembolsos a una variable económica clave.

Por: Paula Lugones

En su discurso en el Teatro Argentino de La Plata de la semana –anunciado como una “clase magistral”- la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó el programa con el Fondo Monetario Internacional y dijo, entre otras cosas, que “en el futuro va a haber que discutir que las sumas que se paguen al FMI estén atadas, como un porcentaje, al superávit comercial”. Pero expertos consultados por Clarín en Washington consideraron esa idea como “descabellada” y de “un simplismo extraordinario”.

La idea de ligar los pagos de la deuda al FMI con el superávit comercial no es una iniciativa que lanzó la vicepresidenta al azar. Según supo esta corresponsal, el ministro de Economía Sergio Massa la llegó a mencionar el mes pasado a la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, de manera informal, durante un breve encuentro con la funcionaria en una reunión amplia en la Asamblea de Primavera del organismo en Washington.

Según fuentes de Economía, la jefa del Fondo alzó los ojos e hizo un gesto como de mostrar cierto interés. Pero ante una consulta de Clarín, desde el organismo no hicieron comentarios al respecto.

El Gobierno renegocia desde hace semanas el programa con el Fondo y “todo está sobre la mesa”, aunque no harían un nuevo acuerdo, lo que evitaría el tener que pasar por otra aprobación del Congreso.

Por el duro impacto de la sequía, el organismo accedió a flexibilizar la meta de reservas en la cuarta revisión, pero esa concesión tampoco fue suficiente porque los objetivos aun así no llegan a alcanzarse en medio de una suba del dólar y creciente inflación.

Las negociaciones técnicas se llevan a cabo en Washington y Buenos Aires por zoom, pero el jefe de asesores económicos Leonardo Madcur y el viceministro Gabriel Rubinstein y –quizás el propio Massa— llegarían estos días a Washington para seguir afilando los temas más ríspidos.

El Gobierno busca un adelanto de desembolsos, relajación de metas y todo lo que sea posible para llegar a las elecciones de octubre con tranquilidad. Si bien el Fondo está dispuesto a ayudar, desconfía de abrir el grifo y que no se siga el ajuste prometido.

La creatividad de la señora Kirchner

En su discurso en La Plata, la vicepresidenta dijo que el programa con el FMI era “inflacionario” y que había que cambiarlo. Y allí lanzó públicamente la idea de atar los pagos al superávit comercial, que para muchos pasó desapercibida. Buscarían así que los pagos al organismo estén supeditados al crecimiento de la balanza comercial del país. La idea es desembolsar al FMI si se supera un determinado número.

“Es totalmente descabellado”, dijo sin vueltas Alejandro Werner, exdirector para el Hemisferio Occidental del FMI. “Cualquier contrato de crédito paga una tasa de interés fijo o variable. El condicionar el pago de deuda a un desempeño macroeconómico hace que el instrumento se empiece a parecer a una acción”, explica.

Y agrega que el sistema actual ha sido probado con éxito en otros países: “La comunidad internacional no está dispuesta a pensar en estos temas porque los mecanismos actuales han funcionado. Por ejemplo, las grandes economías de América Latina hace muchos años le han pagado sus créditos al FMI y no han regresado al organismo. Nunca necesitaron la creatividad que propone la señora Kirchner porque arreglaron su situación con visión, compromiso y diálogo”.

Claudio Loser, que también fue director del Hemisferio Occidental del organismo, afirmó: “La visión de que se pague el servicio de deuda sobre la base del superávit comercial es de un simplismo extraordinario, de alguien que no ve todos los movimientos de balanza de pagos, incluyendo movimientos de capital para refinanciar”.

Explicó que “claramente no sabe que el superávit comercial o de cuenta corriente es resultado de los balances internos. En términos simples, el resultado comercial refleja el déficit fiscal y el exceso de ahorro privado respecto de la inversión. Para tener un resultado positivo comercial tiene que achicar el déficit fiscal, cosa que la señora vicepresidente no entiende. Es un principio básico de macroeconomía”.

“Por estas razones –sigue Loser- el FMI dice que hay que corregir el déficit fiscal para dar más recursos al sector privado, para acumular reservas o para repagar eventualmente. Nunca ha existido algo así, y no existirá tampoco, porque va en contra no solo de la teoría sino de la realidad económica”.

Respecto de lo que el ministro Massa podría negociar efectivamente con el Fondo, Loser arriesga, en primer lugar, más flexibilidad en el uso de reservas, pero con poco margen, y quizás con mayor déficit fiscal, aunque el FMI se oponga.

Y, en segundo lugar, algo de dinero adicional por el tema de la sequía, a través de mecanismos existentes como el instrumento de crédito rápido (Rapid Finance Instrument) parecido al Compensatory Finance Facility.

Loser señala que hay “mucha oposición a adelantar desembolsos. Si se le adelanta algún monto, al próximo vencimiento no habrá plata para pagarle al FMI lo que se debe y Argentina podría caer en atrasos porque no tendría los recursos para repagar. El ministro quiere recibir el dinero y patearle el problema a las próximas autoridades”. (Clarín)

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