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Campaña política: la hora de Spotify y Netflix

(Por: Rubén Lasagno) – Ha llegado la hora, como personalmente lo hago sistemáticamente en cada campaña política, de desconectar las radios, abonar Spotify, la plataforma de música y escuchar los mejores temas de los ´80, ´90 o reggaetón, rap, pop, rock etc, como sustituto saludable de la intragable, infumable e inescuchable campaña de los candidatos políticos, de cualquier especie y color, que comienzan a poblar el éter y a inundar con su mal gusto las pantallas de televisión.

En este último caso, en la TV, el mejor recurso es Netflix, Star Plus o Flow, con lo cual podemos desterrar la barbarie de los becarios políticos, la mayoría de ellos que ni siquiera saben para qué se ofrecen, el hecho es agarrar un cargo.

Las campañas son del mismo nivel que el de los candidatos que se proponen: impresentablesberretas, chabacanas, ofensivas a la inteligencia humana, con cero creatividad, con mensajes plagados de mentiras, con discursos impostados, con candidatos que se balquean los dientes y se recortan el pelo o le meten photoshop al palo, como una píldora grande que demanda mucha agua para hacerla más o menos tragables, pero aún así y a pesar del esfuerzo de los editores, no logran su objetivo.

Los gingles de campaña son atroces. Tienen un nivel de calidad tan bajo que parecen hechos en el sótano del buen gusto, con esa mala idea de sustituir la letra de canciones consagradas, por una adaptación absurda y por demás ordinaria, que lapidan a los autores de la pieza musical, sin que haya plata que pague tanta basura, como para permitir que un “equipo de comunicación” (que en general se resume en una sola persona) de el entorno del candidato, haga cosas tan ordinarias y patéticas.

Campaña política: la hora de Spotify y Netflix
Campaña política: la hora de Spotify y Netflix

Si los personajes que se ofrecen ahí creen tener es una idea genial, les digo que revean la planificación electoral, porque la gente no solo está harta de la clase política, independientemente del partido que se trate, sino además, está cansada de que practiquen lobotomía social con esa basura mediática pagada a valores increíbles en radio y televisión o en la web, para que lo repitan hasta el cansancio, lo cual admite una sola acción por parte del hombre común, el ciudadano cuerdo: escaparle a tanta porquería, apagar la radio o cambiar la tele.

Ni hablar de los candidatos que pagan millonarias sumas para filtrar su indecorosa imagen entre los videos de YouTube, o la publicidad política fantasma que Google filtra sin ningún tipo de permiso en diarios, páginas webs y/o redes sociales.

¿Qué hacemos nosotros?

En OPI, particularmente, si aparecen estas propagandas políticas procedemos a bloquearlos en los servicios de publicidad programática de las diferentes plataformas y de esta forma ninguno de ellos aparecerá filtrado en OPI Santa Cruz, porque nosotros no potenciamos, ni impulsamos candidato algunos y si alguno de ellos quiere publicitarse en un espacio dedicado en nuestro medio, debe blanquearse y pagar de acuerdo al tarifario propio, no al que el candidato crea que valen las publicaciones.

Con una actitud así de parte de todos o de la mayoría, restringiríamos considerablemente la tortura mediática a la que nos someten en épocas de campaña, gente que intenta imponer sus mensajes invasivos de nuestra privacidad, por la fuerza y convierten a los meses de campaña en un verdadero calvario, el cual se puede controlar apagando la radiocambiando el canal o escuchando música de plataformas o mirando series y documentales que nos liberen de tanta mediocridad como ésta que nos proponen los partidos políticos y candidatos en campaña que se transforman a la vista de todos en ridículas máscaras de hombres y mujeres quienes en muchos casos, tienen más para explicar que para ofrecer.

Los mensajes que incluyen en sus spots de campaña, son como un remiendo a la propia existencia política de muchos de ellos que ya vienen de una o varias gestiones con aventuras anteriores. En la práctica política tienen un Veraz que pondría colorado a cualquier ser vivo; en el relato recortado de su propuesta, son palomas impolutas que nos dicen desde el discurso lo que van a hacer si llegan, pero omiten decirnos que no hicieron nada el tiempo que hace están en el poder.

No se los debe escuchar, no por ser “antipolítico”, sino por nuestra propia salud mental a la hora de presenciar esa representación lavada de impresentables que ofenden a nuestra inteligencia, atacándonos sin piedad desde varios flancos de nuestra vida social. 

Gracias a Dios y a la tecnología, hoy tenemos a mano recursos más que suficientes para anular la contaminación política a la que nos someten en estos tiempos. La sociedad los conoce tanto y tan bien a cada candidato y su partido, que no necesita escuchar sus ordinarieces mediáticas para descubrir a quien no debe votar, porque sabe quién y cuánto les está mintiendo, mucho antes de llegar a las urnas. (Agencia OPI Santa Cruz)

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4 COMENTARIOS

  1. puuuuajjjjj asquito mal verle la cara a grasa con esa cara de pelotudo que tiene y la musica pedorra que ponen jjjjuuuuuaaaaa prefiero escuchar el bombon asesino

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