¿En qué curva se perdió Encuentro Ciudadano y cuánto costó que Gabriela Mestelán olvidara “la ficha limpia”, “el autoristarismo”, “la extorsión sindical” y a los colaboradores K?

(Por: Rubén Lasagno) – Aquella versión que corría hace varios meses en los pasillos políticos de la provincia, sobre la anexión de Encuentro Ciudadano al SER, nunca quise expresarla taxativamente en mis análisis porque no creía posible que Gabriela Mestelán y quienes conforman su entorno político-partidario, tuvieran pretensiones reales de convivir con el SER, un partido diametralmente opuesto a su concepción de la política, o al menos eso pensaba; se ve que me equivoqué, pues, era absolutamente cierto.

Encuentro Ciudadano nació allá por el 2006/2007 como un partido disruptivo, distinto, como la CC-ARI, especialmente diseñado y concebido para anteponerse a las prácticas kirchneristas y sus émulos, pero por sobre todo, marcando un límite ético en factores comunes con muchos actores políticos de Santa Cruz como son el autoritarismo, la extorsión, el populismo, haciendo hincapié en la transparencia y dándole relevancia al nuevo orden que tanto se necesita en el país y la provincia, la honestidad política e intelectual complementada por el desprecio a la corrupción, a la violencia y los destratos autoritarios de líderes a dedo, como tan oprobiosamente es práctica del kirchnerismo más natural que está en el poder y dentro de cuya matriz se forjó Claudio Vidal, titular unipersonal del SER.

En mi concepción (claramente equivocada) de lo que implica un partido renovador, nunca concebí la asociación política de Encuentro Ciudadano con un partido de perfil absolutamente distinto, verticalista, proto kirchnerista, con actitudes propias de sus fuentes naturales, vertido en el caldero del sindicalismo más duro, emparentado con otros sindicatos de la misma génesis como Camioneros o la UOCRA; dirigentes que utilizan la fuerza bruta para accionar extorsivamente sobre cuestiones que deberían allanarse solo mediante el diálogo, que encabezan organizaciones con mucho poder económico y aplican la fuerza sin importarles a quien perjudican, como fue el reciente bloqueo a la estación de servicios de San Julián, por parte del Sindicato de Petroleros o el brutal paro y piquete que le hicieron hace unos años al gerente chino de Sinopec, que selló la salida de la empresa de Santa Cruz.

Entonces nos preguntamos ¿Dónde quedaron las convicciones de la señora Mestelán que otrora levantaba como banderas la transparencia, la ficha limpia y repudiaba el autoritarismo, la corrupción y la utilización de medios extorsivos?. 

Nada de esto último representa Claudio Vidal y para mejor muestra de lo que intento expresar acá, le pediría a la docente que repase someramente el primer experimento del SER en la política de gestión: la intendencia de 28 de Noviembre a cargo del intendente Fernando Españón, un hombre que llegó con la promesa de limpiar la corrupción y resultó peor que todo lo anterior, al punto, que el Concejo Deliberante a pleno, pidió su expulsión del cargo.

No tengo que decirle a Mestelán cómo ha votado el SER en la Legislatura provincial en los más de 3 años que actúan sus diputados, donde han rechazado cada proyecto de su propio partido, han ninguneado a sus legisladores y se han antepuesto a cuestiones de gran sensibilidad social, como aquella negativa al Ibuprofeno Inhalado en plena pandemia o su negativa a tratar el proyecto de ficha limpia.

También Mestelán debería repasar la producción y actitud política que ha tenido Claudio Vidal desde que asumió como diputado nacional. Además de correr a juntarse con los Moyanos y ofrecerse al entonces Presidente del FPV, Máximo Kirchner, Vidal aprobó todos y cada uno de los proyectos del kirchnerismo y cumplió cada mandato del hijo de la vicecondenada.

Si no le basta con esto a Mestelán, que repase la historia de Claudio Vidal al frente del sindicato; que explique la integrante de EC con qué paga sus campañas el petrolero ya que él propio candidato no lo explica; que incursione dentro del sindicato y pregunte lo que piensan del Secretario General; que revise rápidamente la historia de ese sindicato y los antecedentes de violencia que le son propios, hasta con muertos, destrozos, balaceras y violencia extrema.

No hay vuelta atrás

Lamentablemente debo decir que en lo personal y como votante eventual de Encuentro Ciudadano, siendo votante libre e independiente que no tiene partido ni favoritos, han perdido mi voto y el de muchos que confiamos en ellos como llave de un cambio. Fundamentalmente porque con esta decisión han demostrado ser incoherentes, falaces y un remedo de aquel Sergio Massa del Frente Renovador, que vivió insultando a CFK y cuando tuvo oportunidad, corrió a su lado. Salvando las distancias, acá, este partido provincial ha hecho lo mismo.

Bajo el eufemismo de conformar “un frente amplio”, algo así como juntémonos con cualquiera y vamos para adelante, desconociendo las banderas que dijo levantar estos años y sin ningún tipo de coincidencia política (aparente) con el SER, al menos por lo escuchado todo estos años de boca de Encuentro Ciudadano, Mestelán y los suyos pretenden convencer a su electorado que el cambio es necesario para avanzar en esta idea gatopardista de cambiar para que nada cambie, ya que el SER, hasta ayer, se estuvo ofreciendo al kirchnerismo para ir en estas elecciones.

Se atomizan sin que Vidal los haya llamado

Lo más interesante es que Cambia Santa Cruz generó todo un tsunami interno que los pulveriza electoralmente y Claudio Vidal nunca pidió formalmente constituir una alianza con ellos.

Finalmente, si tanto Mestelán (Encuentro Ciudadano) como el Pro Santa Cruz creen que hacen la diferencia aliándose con el SER y abandonando el espacio que los contuvo, se equivocan. Además de ser minoritarios,ningún votante de sus espacios pondrá su voto a un partido nacido en las fauces del kirchnerismo y con las mismas prácticas políticas de sus progenitores.

Sin duda y a riesgo de ser mal pensados, cuesta creer que los líderes de partidos políticos que se han destacado por su ecuanimidad y sus convicciones, capitulen en sus principios gratuitamente.

Lo votantes libres no sabemos cuánto vale romper la conciencia política y volcar todo un movimiento nuevo nacido con el síndrome esperanzador de crear una nueva era y así han actuado sus votantes en la íntima convicción de que algún día algo comenzará a cambiar, por asociarse con la antítesis de sus propios principios fundacionales. (Agencia OPI Santa Cruz)