El shock de Milei y Vidal tiene poco costo para la política y cae con todo el peso (una vez más) sobre los que menos tienen

(Por: Rubén Lasagno) – Los anuncios del gobierno nacional, si bien habían sido “adelantados” por la vocería presidencial y las redes sociales, sorprendió por alguna cosmética reformuladora de la estructura orgánica del gobierno (ministerios especialmente), pero por la poca o nula información puntual que uno esperaba obtener, del cómo y por qué y también de qué manera.

Visto en un pantallazo general, los anuncios del presidente Milei fueron una suerte de enunciados breves y contundentes, que empezó con “el dulce” de los anuncios que en teoría hacen a la baja del déficit del Estado y después, de manera abrupta, sintética (sin explicaciones del cómo) enumeró la “política del shock” donde liberan precios, combustibles, dólar y se quitan los subsidios, esto último se traduce en un estallido en las facturas de luz, gas y combustibles, lo cual cae con capacidad de estrago mayor, sobre los empleados públicos y privados, el asalariado, los monotributistas, la gente que cobra planes sociales y los que no tienen ni para alquilar ni comer.

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No escuchamos al presidente sobre el recorte presupuestario al Congreso, a los salarios de los funcionarios nacionales en todos los niveles, la reducción drástica de los presupuestos de funcionamiento del gobierno central y los organismos descentralizados, los privilegios, las jubilaciones truchas y cuando habló de la reducción de los ministerios, tampoco dijo ni explicó dónde va y que hará con la gente desafectada de los organismos, si serán reubicados o despedidos y en este último caso, cómo y de qué manera, sin generar un caos social.

Como era de esperar “la motosierra” y el “no hay plata” vuelve a tener su punto de anclaje en la sociedad que deberá pagar la fiesta del ajuste, como antes la pagó con Menem, De la Rúa, Macri y como por 16 años la pagó con el kirchnerismo que empobreció a la gente para hacerla rehén de sus dislates y llenarse los bolsillos, mientras pocos o ninguno de ellos van presos; por el contrario, muchos sospechados de haberse robado hasta el agua de las canillas , como el Embajador en Brasil Daniel Scioli cuando fue Gobernador de la provincia de Buenos Aires, absoluta casta mileísta, sigue siendo parte (como tantos otros) del gobierno “libertario”.

Por su parte Claudio Vidal, Gobernador de Santa Cruz, “se puso a trabajar” y tuvo la desafortunada idea de poner una frase en Instagram que dice “arrancamos con los Decretos”.

Nos preguntamos si el mandatario piensa gobernar por Decreto, desconociendo el rol de la Legislatura o si el impulso que lo mueve es sustituir un régimen autoritario y absolutista, como el de Alicia, por el suyo?.

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Y en ese encadenamiento de responsabilidades donde nadie es responsable, Vidal se apoya en las medidas de Milei para justificar su ajuste y tras los anuncios de Caputo de disminuir las transferencias discrecionales a las provincias, el gobernador advierte que la baja de los ATN repercutirá fuertemente en la provincia, pero nada dice del achicamiento del Estado y cómo reducirá el déficit, sino hace hincapié en la necesidad de “ajustarse el cinturón”, pero sigue sumando cargos y trae del “cementerio político” a decenas de “zombies” que cuando estuvieron en funciones en “la década ganada”, dejaron el tendal, fueron ineficientes, cuando no debieron desaparecer por corruptos o dejaron sus funciones de manera vergonzosa.

Caputo dijo “no hay más plata para la obra pública que como todos sabemos termina en los bolsillos de los políticos”. Gran verdad, lo venimos diciendo desde el 2004 en que nos presentamos en sociedad con OPI Santa Cruz. La amenaza la escuchamos varias veces y nunca hicieron nada por desarticularla. Las Represas sobre el río Santa Cruz son la convalidación de ese enunciado, sin embargo sigue siendo sostenida por cada gobierno, bajo la excusas más variadas, entre ellas que da mano de obra y mueve la economía regional, dos motivos absurdos para que un par de atorrantes se llenen los bolsillos como dijo Caputo, que seguramente, como todos los demás, hará “curanderismo puro”, resolviendo todo de palabras, pero sin efecto práctico sobre el fondo de la cuestión.

La primera impresión es que ni Milei ni Vidal tienen seguro lo que quieren, sino es solamente, hacer pagar a los de abajo lo que los de arriba no están decididos a resignar. Y en todo caso, si la crisis del ajuste afecta a todos, la soportan mejor quienes cobran de manos del Estado 2 millones de pesos, que un jubilado que cobra 120 mil pesos.

Bajo el lema “yo dije lo que iba a hacer” el presidente intenta justificar su operación sin anestesia. Igualmente en la provincia y a caballo de la justificación de “una gestión diferente”, Vidal articula cambios que parece gatopardismo puro.

¿El kirchnerismo se tenía que ir de nación y provincia?, Si, pero eso no habilita a quienes llegaron a destruir a una sociedad que no da más y usar de ariete al trabajador y a los pobres que llegan al 45% en el país, mientras en el gobierno mueven fichas, acomodan amigos, hacen resurgir “muertos vivos” de la vieja política y hacen ajustes figurados, sin modificar el gasto real, transformando (una vez más) las nuevas gestiones en viejos remedos de la corrupción que tanto detestamos en los últimos 30 años. (Agencia OPI Santa Cruz)