La interna en el bloque de diputados de La Libertad Avanza (LLA) alcanzó un punto crítico durante una reunión que se transformó en un campo de batalla verbal, con gritos, amenazas de expulsión y una denuncia de violencia de género. La legisladora Lourdes Arrieta denunció a su colega Nicolás Mayoraz por violencia de género en medio de un clima de alta tensión política.
El conflicto se originó cuando Arrieta acusó al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, de haber permitido el traslado de seis diputados libertarios a la cárcel de Ezeiza para visitar a represores condenados. Este episodio, que desató el escándalo, también involucró a Beltrán Benedit, quien organizó la visita y fue acusado por Arrieta y Rocío Bonacci de haberlas engañado para asistir al penal.
En una reunión posterior al rechazo del decreto de necesidad y urgencia (DNU) que asignaba fondos a la Secretaría de Inteligencia (SIDE), el bloque libertario se vio envuelto en una serie de recriminaciones. Arrieta, quien ya había solicitado una investigación en el Congreso sobre el traslado a Ezeiza, fue duramente interpelada por Benedit y Mayoraz. Este último la confrontó por haber presentado una denuncia penal y por pedir que se investigue a Menem.
Las tensiones escalaron rápidamente cuando Mayoraz acusó a Arrieta de mentir en su denuncia, lo que provocó que la legisladora reaccionara con gritos y exigiera la presencia de su abogado y del padre de Rocío Bonacci en la reunión. Esto llevó a que se solicitara la intervención del personal de seguridad para desalojar a los acompañantes de Arrieta, quien abandonó la reunión amenazando con presentar una denuncia formal por violencia de género contra Mayoraz.
El caos en la reunión llevó a la diputada Lorena Villaverde a pedir la expulsión de Arrieta del bloque, aunque Gabriel Bornoroni, presidente de la bancada, llamó a la calma y sugirió evitar una fractura interna. Sin embargo, la continuidad de Arrieta en el grupo parlamentario está en duda, y su futuro dependerá de las consultas de Bornoroni con Menem y el resto del bloque.
A la salida del tumultuoso encuentro, la diputada Lilia Lemoine calificó el episodio como un “escándalo” y cuestionó el estado mental de Arrieta, sugiriendo que su abogado estaba manipulando a alguien vulnerable. Por su parte, Rocío Bonacci reconoció que el bloque está atravesando una crisis y confirmó que se consideró la posibilidad de expulsar a Arrieta.
Mientras tanto, en un contexto político más amplio, la oposición logró rechazar el DNU que asignaba fondos a la SIDE, en un día marcado por las fuertes divisiones internas en uno de los bloques más controversiales del Congreso. (Agencia OPI Santa Cruz)