Los jubilados enfrentan un desafío creciente en relación con sus gastos mensuales, que superan ampliamente el monto de la jubilación mínima. Según un informe de la Defensoría de la Tercera Edad, un jubilado necesita en promedio más de $1.200.000 al mes para cubrir sus gastos, una cifra muy superior a los $350.000 que recibió en marzo la jubilación mínima, incluyendo el bono de $70.000. La canasta básica de un jubilado, en febrero de 2025, alcanzó los $1.200.523, lo que representa un aumento interanual del 75,2% en comparación con los $685.041 de hace un año.
El estudio se realizó en diferentes centros urbanos del país, donde reside la mayoría de la población de adultos mayores, incluyendo la Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano bonaerense, Mendoza, Córdoba y Rosario. En el relevamiento se consideran los gastos de vivienda, como el mantenimiento de un inmueble propio, alquiler y los costos asociados a la vida en pensiones, así como el rubro de medicamentos, un aspecto clave de la canasta del jubilado. En este caso, el análisis contempla una variedad de medicamentos, según las patologías comunes en los adultos mayores, y los descuentos otorgados por las farmacias de acuerdo con las obras sociales.
Los beneficiarios de la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM) reciben $223.297,36 más el bono de $70.000, mientras que aquellos con Pensiones No Contributivas para personas con discapacidad perciben $265.385,19, también con el bono adicional. Sin embargo, desde marzo de 2024, este bono se mantiene congelado, y la Defensoría considera que, actualizado, debería ser de más de $145.000, más del doble de su valor actual, para ajustarse a la inflación.
Los gastos en alimentación y medicamentos son los más significativos dentro de la canasta del jubilado. De los $1.200.523, $279.834 (23%) se destinan a la compra de alimentos, y $260.245 (22%) se destinan a medicamentos. En cuanto a los medicamentos, se ha visto que el PAMI amplió la cantidad de remedios de venta libre, aunque sin descuento, y redujo los porcentajes de descuento sobre los medicamentos recetados, lo que aumenta aún más la carga económica para los jubilados.
En lo que respecta a las jubilaciones y pensiones, durante los primeros tres meses de 2025, los haberes experimentaron un aumento promedio del 7,5%. Este incremento se distribuyó en un 2,43% en enero, un 2,7% en febrero y un 2,21% en marzo. Sin embargo, este aumento no ha sido equitativo para todos los jubilados. Aproximadamente 5 millones de jubilados y pensionados recibieron incrementos menores, lo que también sucedió en 2024. Esto se debe en parte al congelamiento del bono de hasta $70.000 desde marzo de 2024, lo que ha provocado que el aumento del haber mínimo sea solo del 5,9%, 1,6 puntos menos de lo esperado. Para los beneficiarios de la PUAM, el aumento fue aún menor, con una suba del 5,6%, y para las Pensiones No Contributivas, el incremento alcanzó el 5,4%, lo que representa una disminución en comparación con los incrementos anteriores. (Agencia OPI Santa Cruz)