Miles de fieles reunidos en la Plaza San Pedro estallaron en júbilo este miércoles cuando una columna de humo blanco emergió desde la chimenea de la Capilla Sixtina a las 18:07 hora local (13:07 en Argentina), confirmando que el Cónclave de cardenales ha elegido al nuevo Papa. Este esperado acontecimiento, resultado de la cuarta votación del segundo día de deliberaciones, señala que uno de los candidatos alcanzó los dos tercios necesarios para convertirse en el nuevo líder de la Iglesia Católica, tras el fallecimiento del papa Francisco.
La tradicional señal del humo blanco marcó el consenso entre los 133 cardenales electores, lo que desató una oleada de emoción entre los presentes en el Vaticano y en diferentes partes del mundo. Las campanas comenzaron a repicar no solo en Roma, sino también en diversas ciudades, como Buenos Aires, en un eco de celebración global. En la plaza, banderas de numerosos países ondeaban mientras los fieles expresaban su alegría con cantos y vítores, en una atmósfera cargada de simbolismo y fe.
El protocolo vaticano indica que, una vez realizada la elección, el nuevo Pontífice se retira a la llamada Sala de las Lágrimas, donde se viste con la sotana papal antes de presentarse ante el mundo. Aún no se ha revelado ni el nombre del nuevo Papa ni el nombre que adoptará durante su pontificado, detalles que serán anunciados en breve desde el balcón central de la Basílica de San Pedro mediante el tradicional “Habemus Papam”.
La elección del nuevo Sumo Pontífice, precedida por dos fumatas negras en jornadas anteriores, generó una gran expectativa internacional por conocer su identidad, origen y orientación doctrinal. El momento marca un hito en la historia reciente del Vaticano y reaviva el interés de millones de católicos por el rumbo que tomará la Iglesia bajo el liderazgo de su nuevo guía espiritual. (Agencia OPI Santa Cruz)