El gobierno iraní advirtió este viernes que Israel y Estados Unidos recibirán una “bofetada contundente” como represalia por el ataque aéreo que, según medios oficiales, provocó la muerte del comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, junto a otros altos mandos militares y científicos nucleares.
La ofensiva, atribuida a Israel, se produjo durante la madrugada del viernes cerca de las 3:30, hora local, y afectó varias zonas residenciales del norte de Teherán, incluyendo el barrio de Chitgar, según reportó la Agencia Noticias Argentinas. Las explosiones, que causaron conmoción entre los residentes, también habrían provocado un número indeterminado de víctimas civiles.
La noticia fue confirmada por las agencias estatales IRNA y Tasnim, vinculadas a la Guardia Revolucionaria, que informaron que, además del general Salami, murieron Gholamali Rashid y Fereydoon Abbasi, dos figuras clave del desarrollo nuclear iraní. Se trata de una de las acciones más graves y directas contra el liderazgo militar iraní en los últimos años.
En respuesta, el portavoz de las Fuerzas Armadas iraníes, general Abolfazl Shekarchi, declaró públicamente que el “régimen sionista ha cruzado una línea roja” al asesinar a “nuestros máximos referentes militares y científicos” y advirtió que la represalia será “pronto, si Dios quiere”. Sin embargo, evitó dar detalles sobre la naturaleza o el momento de la respuesta.
Desde Jerusalén, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó que su país llevó adelante el operativo, al que describió como un ataque al “núcleo del programa de enriquecimiento nuclear de Irán“. Justificó la decisión como parte de la “defensa de la supervivencia de Israel” y advirtió que las acciones militares continuarán “los días que sean necesarios”.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, negó cualquier participación estadounidense en el bombardeo. En un comunicado, aseguró que la prioridad del gobierno norteamericano es “proteger a sus tropas en Medio Oriente”, mientras reconoció que el episodio podría complicar las negociaciones nucleares actualmente en curso con Irán.
El ataque representa una nueva escalada en el ya tenso escenario geopolítico del Golfo Pérsico, en un contexto en el que las conversaciones internacionales sobre el programa nuclear iraní enfrentan renovados obstáculos. (Agencia OPI Santa Cruz)